Lo que muchos testigos aseguraban ayer en el lugar de la tragedia es que todo se desencadenó por la mala maniobra que hizo uno de los dos ciclistas que pedaleaban al Sur por la ruta 40. Es más, hasta aseguraban que ambos iban borrachos y por eso uno de ellos se atravesó en el camino de esa familia que también viajaba en el mismo sentido en una camioneta 4×4. Lo cierto es que ese mal movimiento que hizo ese hombre desencadenó un terrible accidente. Porque el chofer que guiaba ese rodado y que viajaba junto a su esposa y cuatro hijos, realizó una brusca maniobra por no atropellarlo. Lo logró, pero ese volantazo de último recurso fue fatal, porque la camioneta se cruzó de carril y se fue a la banquina contraria. Entonces el hombre trató de dominar el vehículo y encaminarlo otra vez al asfalto, pero fue inútil, porque la 4×4 se puso de costado y empezó a dar tumbos (al menos cuatro) y se estrelló contra una pilastra, hasta que se detuvo, destrozada. En esa descontrolada marcha, los seis ocupantes fueron despedidos y quedaron desparramados en el piso. El resultado: un pequeño de 3 años falleció en el lugar. El hombre, un reconocido empresario turístico, murió horas después cuando era operado en el hospital Rawson, mientras que el resto de su familia sufrió heridas graves y quedaron internados, precisaron fuentes policiales.
"Escuché un explosión. Salí a la calle y vi la polvareda. Era un desastre… había cuerpos por todos lados. Fue espantoso, porque nosotros llegamos primero con otra gente, dimos vuelta la camioneta y vimos a los niños y a los grandes desparramados por todos lados. Un chiquito estaba aprisionado", decía ayer José Díaz (66), que se topó con el tremendo accidente cuando salió a la puerta de su casa ubicada al costado Este de ruta 40, metros antes de calle 6, Pocito.
Ahí se había detenido la Land Rover Defender que manejaba Eduardo Paredes (43), un reconocido empresario turístico de la provincia que viajaba al Sur por ruta junto a su mujer, Ana Carina Luques (40) y sus hijos Federica (9), Tomás (7) y los mellizos de 3 años, Santino y Delfina, dijeron en la Policía. Al parecer, Paredes iba a visitar a un hermano en Pocito, señalaron algunos familiares.
Eran las 17.20. A esa hora, uno de los ciclistas se les atravesó y el empresario pegó el volantazo, se cruzó de carril y volcó. Aparentemente, nadie llevaba el cinturón puesto, dijeron fuentes policiales. Lo cierto es que los ciclistas huyeron y allí quedó tendido el cuerpo sin vida del pequeño Santino. Su padre sufrió graves traumatismos en el pecho y en la cabeza, pero a las 21.00 falleció cuando era operado, explicaron en la policía. En tanto Luques, sufrió un grave traumatismo en la cabeza, fractura de cráneo, en el omóplato derecho y luxación de ese hombro. Le nena de 9 también sufrió fracturas serias en la cabeza, en una pierna y su hermano de 7 también tuvo similares lesiones en esas partes. La única que salió un poco mejor fue la melliza, con algunos golpes leves, precisaron fuentes policiales.
