Tanto la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), reunida en México, como la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR), en su asamblea anual en Cadiz, España, expresaron sus preocupaciones sobre los riesgos que corre la libertad de expresión en la Argentina, debido a las políticas de confrontación y persecución, con el propósito de controlar a los medios independientes.
En el análisis de la SIP sobre el periodismo continental, lamentó el asesinato de 14 periodistas en el último semestre, y el intento de control oficial de los medios en algunos países de América latina, las amenazas más graves contra la libertad de expresión y advirtió enérgicamente a la Argentina por los ataques a editores y periodistas independientes, instando a las autoridades a poner fin al acoso contra la empresa Papel Prensa y a garantizar la pluralidad y la equidad informativa.
Al respecto, la SIP emitió resoluciones sobre los medios públicos, publicidad oficial y ley de medios; Papel Prensa, y ataques a medios y periodistas. Recordó que siguieron recrudeciendo las agresiones a periodistas y a editores por parte de funcionarios, referentes y militantes afines al poder político, por lo que solicitó que el Gobierno una actitud de tolerancia a la labor periodística y evitar la agresión y la estigmatización.
Por su parte, AIR coincidió en formular durísimas críticas a la ley de servicios audiovisuales, porque "representa una seria amenaza para la libertad de expresión y el derecho a informar y ser informado”, pidiendo modificarla. La entidad, que agrupa a 17.000 canales y radios de América, Europa y Asia y es asesora consultiva de la ONU, recordó que las presiones directas o indirectas dirigidas a silenciar la labor informativa constituyen censura. Observó que dicha ley impone a la radiodifusión obligaciones de imposible cumplimiento, limita a las redes, establece exigencias de contenidos en programación, obliga a ceder espacios gratuitos y favorece al Estado para competir por pauta publicitaria con TV y radios.
La SIP y AIR han hecho un profundo estudio de una escalada contra la libertad de expresión en la región, donde Argentina sigue la tónica autoritaria y confrontativa de gobiernos intolerantes con el pluralismo informativo, como Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Cuba, que lidera en el intervencionismo pleno.
