Los economistas Aldo Ferrer, Eduardo Curia y Alejandro Vanol coincidieron ayer en destacar el impacto favorable en el consumo de sectores de bajos ingresos que se derivará del otorgamiento de una suma fija de 500 pesos antes de fin de año para los jubilados que cobran hasta 1.500 pesos.

La medida implica una erogación “sostenible” para el fisco y “no debería tener como correlato nuevas subas de precios”, indicaron los analistas ante la consulta de Télam.

Ferrer, profesor de la Universidad de Buenos Aires e integrante del Plan Fénix, evaluó el anuncio como “un paso en el buen sentido” y “una mejora sustantiva en el haber jubilatorio, que va a tener un efecto importante en el consumo”. Consideró además que se trata de un pago con “financiamiento factible, porque está dentro de los recursos ya disponibles”.

En cuanto al eventual impacto en la inflación, Ferrer dijo que “ese es otro tema, hay que ver cómo se desactiva una indexación implícita, inercial, y para eso está en marcha un acuerdo tripartito para que se sienten a conversar el Estado, los sindicatos y empresarios”.

Curia, por su parte, dijo que la suma fija “es un elemento que de alguna manera va a contribuir a elevar el consumo de los pasivos que menos cobran”.

El economista agregó que, en materia fiscal, “no va a alterar la secuencia de superávits que estamos conociendo”, ya que “más allá de congratularme por los jubilados, el pago no tendrá una significación tremenda en términos macroeconómicos”.

Vanoli, hoy titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), sostuvo a su vez que el anuncio “es la continuidad de una política que tiende a generar una mayor equidad en la distribución del ingreso y a sostener las políticas pro crecimiento que le permitieron a la Argentina crecer a tasas muy altas y salir rápidamente de la crisis internacional”.

“Es algo justo y por otro lado sostenible, a diferencia del 82% móvil que proponía la oposición, que era regresivo”.