Buenos Aires, 24 de abril.- Fue inesperado, porque todo el mundo esperaba el clásico de la próxima semana ante Huracán como el partido clave para determinar si seguía en el cargo. Pero no fue así y Ramón Díaz se convenció de que este plantel no le ofrece respuestas anímicas ni futbolísticas.

Por este motivo comunicó su decisión de dar un paso al costado en el propio vestuario a sus jugadores y al presidente Abdo que no será más el entrenador del equipo de Boedo. Al salir del mismo, fue claro ante la prensa y afirmó: "Me gusta pelear cosas importantes".