Buenos Aires, 15 de febrero.- "No sé qué pasó, acabo de viajar del avión", dijo Riquelme con su tono habitual cuando llegó al país, junto al plantel de Boca, tras el empate en el debut de la Copa Libertadores.

"No pasó nada. Mañana tenemos que entrenar a las 9:30, así nos comunicó el cuerpo técnico", expresó el enganche, que en ningún momento quiso soltar pistas sobre lo que ocurrió en el caliente vestuario de Boca en Venezuela.

"Las cosas del vestuario quedarán conmigo. Lo único que puedo decir es que queremos jugar cada vez mejor", ahondó el futbolista, quien ante cada pregunta buscaba salir del paso y del asedio de los periodistas.