Fue aparentemente por la travesura de un niño que andaba con un encendedor. Pero esta vez, la frase de que "no se juega con fuego" dejó ayer una terrible lección para esa familia de Trinidad. Las llamas arrasaron con su casa, pero también casi provocó una tragedia. El dueño de casa y tres niños alcanzaron a escapar, no así su mujer y una de sus hijas que quedaron atrapadas por el fuego hasta que las rescataron casi inconcientes. La mamá sufrió quemaduras y está muy grave por problemas respiratorios. La nena tenía heridas leves.
"Cuando nos despertamos, las llamas ya eran impresionantes", describió Javier Tornello, que es cuidacoches en la terminal. Después supo que uno de sus hijos más pequeños jugaba con un encendedor y sin que querer había originado el fuego en la cocina comedor de su casa, en el lote 3 de calle Huaco, Villa El Pino. Fue como a las 8.30, Tornello todavía dormía con su mujer, Deolinda del Valle Ledesma. Cuatro de sus hijos no estaban a esa hora, pero los otros cuatro sí: Yazmín de 13; Ana de 8; Francisco de 4 y Carlos de 2.
Los niños corrieron a despertar a sus papás. Todos se refugiaron en un dormitorio. El fuego no daba tregua. La cocina comedor estaba envuelta en llamas y arrasaba con muebles y electrodomésticos. En minutos, el fuego avanzó sobre el resto de la casa. "Ya no se veía nada. Con la desesperación nos fuimos a la última pieza y abrí una puerta del costado, por ahí saqué a los niños. Cuando me di cuenta, mi mujer no estaba y faltaba Yazmín. Mi mujer se había quedado adentro para sacar a la nena y no podían salir", aseguró Tornello. Los vecinos y él comenzaron a romper otra puerta y una ventana hasta que pudieron meterse y rescatar a Deolinda y a la nena, que tenían algunas quemaduras y estaban intoxicadas por el humo. Los bomberos llegaron luego para auxiliarlos, lo mismo que una ambulancia.
La mamá y la niña fueron trasladadas al Hospital Marcial Quiroga. Deolinda, de 35 años, presentaba quemaduras en un 20 por ciento del cuerpo, pero lo más grave era la afección en las vías respiratorias y los pulmones, precisó la doctora Susana Rudaef, directora de ese nosocomio. Dado su delicado estado, decidieron derivarla al mediodía a terapia intensiva del Hospital Rawson. La nena también tenía problemas respiratorios y algunas quemaduras leves, pero estaba mejor.
El drama fue por partida doble. El fuego había dejado al matrimonio y a sus ocho hijos sin nada, ya que la casa terminó con el techo desplomado y con todo quemado. Sumado a eso, la angustia por una nena internada y por su madre que anoche continuaba grave.
