Auroras luminosas como las que suelen producirse en los polos y en las últimas horas tiñeron de color los cielos boreales podrían visualizarse hoy en latitudes más bajas de la Tierra debido a una poderosa ráfaga de energía solar que llegará al planeta, anunció ayer la NASA.
El coordinador del área de Divulgación Científica del Planetario porteño, Mariano Rivas, explicó a Télam que ‘el impacto de esta nube gaseosa cargada eléctricamente puede comprimir el campo magnético de la Tierra y por eso podrían verse auroras australes más allá del paralelo 50, o sea que Tierra del Fuego o Santa Cruz podrían ver aurora australes mañana o pasado‘.
La página web de la agencia espacial estadounidense (NASA) difundió ayer que el domingo por la tarde una erupción solar categoría M8.7 generó una expulsión de masa coronal (CME) en dirección a la Tierra, por lo que mañana podría llegar a la magnetósfera de nuestro planeta una ráfaga de ‘partículas solares energéticas‘, a una velocidad de 1.400 kilómetros por segundo.
Según el comunicado de la NASA, ésta es la tormenta de radiación solar más importante registrada desde el año 2005, aunque no precisaron ninguna advertencia por posibles consecuencias del fenómeno, como alertaron ayer medios periodísticos internacionales.
El origen de esta llamarada es la mancha solar 1402 y la explosión fue detectada, con minutos de diferencia, en Australia, Nueva Zelanda, China e India, en forma de ionización.
Los científicos del centro Goddard de la NASA comprobaron que la eyección de masa coronal dirigida al interior del sistema y casi directamente hacia la Tierra, comprimió fuertemente el campo magnético de nuestro planeta.
Hasta ahora no se ha informado de daños en satélites o redes eléctricas, aunque los primeros sí quedaron expuestos brevemente. Las eyecciones de masa coronaria lanzan materia y radiación electromagnética hacia el espacio más allá de la superficie solar.
Cuando estas eyecciones se quedan en la corona se llaman prominencias solares, pero también pueden adentrarse en el Sistema Solar o incluso más allá, en el espacio interestelar.
El material eyectado es un plasma, consistente principalmente de electrones y protones, pero puede contener pequeñas cantidades de partículas más pesadas como helio, oxígeno e incluso hierro. Esto se debe a los enormes cambios y turbulencias producidos en el campo magnético de la corona solar. Fuentes: EFE, Télam
