El minero boliviano Carlos Mamani, el único extranjero de los trabajadores que quedaron atrapados en el derrumbe del yacimiento San José, agradeció ayer el ofrecimiento que le hizo personalmente el presidente Evo Morales de retornar a su país, pero por el momento se quedará en Chile.

Morales llegó ayer por la mañana a la ciudad de Copiapó, a 800 kilómetros al Norte de Santiago, y se trasladó hasta la mina San José para visitar a Mamani, quien desde su rescate, en la madrugada de ayer, pasó al hospital de campaña.

En presencia del mandatario chileno, Sebastián Piñera, Morales le manifestó que su Gobierno le apoyaría con una casa y un puesto de trabajo fijo en algunas de las explotaciones petrolíferas que están comenzando a operar en el vecino país.

Incluso, el propio ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, certificó que Mamani estaba en "óptimas condiciones" de viajar en el avión presidencial de Evo Morales si así lo deseaba. "Si quiere viajar hoy mismo a Bolivia no hay ningún inconveniente

médico", recalcó el ministro Mañalich, quien bromeó con el minero cuando le dijo que probablemente pensaba que tras el accidente ya no tendría necesidad de volver a trabajar, pero se equivocó. Sin embargo, Carlos Mamani, que está casado y tiene una hija de pocos meses, dijo que prefería permanecer al menos durante dos días junto a sus ex compañeros de cautiverio.