En las nubes, con más sueños y planes que antes, los sanjuaninos de la banda Niños se pellizcan los codos con fuerza: no pueden creer que su debut en el Pepsi Music 2011 fuera real. A poco menos de 15 días de su histórico aterrizaje en uno de los festivales de rock-pop más importantes de la escena nacional, al cuarteto le parece "increíble" y hasta "loco" haber sorteado todas las instancias de selección, hasta quedar entre los cuatro grupos ganadores como el único del interior, de un total de 350.

Hoy vistos como el grupo estrella del ruedo local (que mañana a las 23,30 toca en La Faustina, España y Rivadavia; y el domingo en la plaza del barrio Aramburu en una movida solidaria), lo cierto es que cada músico aporta su personalidad al conjunto.

Francisco "Francho" Sanher es el más grande y quien tiene a su cargo el micrófono, Germán Desgens es el más suelto y su puesto es frente a la guitarra, Andrés "Vitel" Videla es el que le da el toque de humor y su rol está en la batería, y Pedro Salinas es el más centrado y el que se calza el bajo.

Frescos, informales, despojados de divismos. Se autodefinen "inmaduros" y lo son casi por voluntad propia. En pocas palabras son "Niños", un rótulo que alude a las primeras épocas de la agrupación -"cuando pasábamos más tiempo haciendo nada que ensayando" -dicen ellos- y con el que decidieron salir a mostrar su estética musical hace casi dos años.

"Todo pasó muy rápido", comenta el guitarrista. Broma va, broma viene; "todavía no caemos", dicen peleándose por hablar. "Siempre somos así, es que somos muy buenos amigos", se justifica, tratando que la voz suya sobresalga de la de sus compañeros.

"Apenas nos avisaron, viajamos a Buenos Aires para participar de la final del concurso que se hizo en La Trastienda y ahí nos eligieron para tocar al otro día en el Pepsi", indica el bajista, recobrando la seriedad. A lo que el batero agrega: "No caíamos en una para entrar en la otra, todo fue en tres días, ni siquiera pudimos festejar".

"¿Si estábamos nerviosos? La verdad, lo que más nos asustó fue la tocada en La Trastienda, porque era la instancia final y teníamos que salir a todo o nada", recuerda el violero sobre la velada hasta la que llegaron con sus compatriotas de Budda, los que no pudieron superar esa etapa.

Incluso Pedro, Vitel y Francho reconocen que se le puso la piel de gallina "en el momento que esperábamos que se corriera el telón. ¡Fueron horas! En cambio, pisar las tablas del megaencuentro "fue una cuestión relajada" -como sostienen-, porque ya no estaban compitiendo y lo que emanaba era "pura adrenalina".

El futuro

¿Lo que se viene ahora? Entre proyectos que incluyen desde su instalación en Buenos Aires hasta su vuelta como invitados a la edición 2012 del megafestival; los chicos atraviesan la preproducción de su disco debut, material que editarán en Buenos Aires con la producción de Fico, integrante del combo Massacre al que secundaron en 2010, en el complejo universitario de El Palomar.

Conscientes de lo que significa haber pasado por el Pepsi, no disimulan su satisfacción pero dicen que no se les subieron los humos.

"Queremos vivir de la música y triunfar. Estos logros nos ayudan a pensar que es posible. Probamos que nuestro producto funciona en Buenos Aires, pero eso es algo que nos da más presión para mantenernos presente en Buenos Aires y no quedarnos en los laureles", es su reflexión. De Niños la pinta y "la ortodoncia" -como dice Vitel-, nada más.