Infartante, desesperante, agotadora fue la definición por penales. Un record histórico, patearon 21 cada uno y Juniors fue el que se abrazó a un triunfo inmerecido, pero los tiros penales son una lotería, cuestión de suerte. Alianza hizo el desgaste, ganó el partido 2-1 ante Paz Juniors. En el último tiro, Juan Ruiz falló y luego el arquero De Tobillas firmó la condena penal en Santa Lucía. El Lechuzo quedó eliminado y ahora deberá esperar al torneo próximo para soñar con el ascenso.
Las lágrimas, la bronca e impotencia no se la sacaba nadie a la gente y un Alianza, que arrancó convenciendo con un cabezazo de Pérez al palo y luego un remate del jachallero, que De Tobillas tapó. Juniors nada, sólo se defendió y aguantó buscando una contra. Fue así que el partido se jugó en campo cordobés. Al Lechuzo le costó generar chances, porque Benzi, no aparecía y Pacheco tampoco. Pérez y Galán tenían que bajar a fabricar juego. Así el Lechuzo se fue aplaudido al final del primer tiempo, porque mereció más.
Se vino el complemento, momento culminante en el que el equipo de Piozzi tenía que cambiar y lo hizo. Benzi tomó más responsabilidad con el balón y entonces apareció el gol. En la primera Pérez cabeceó un centro de Benzi al primer palo y la mandó adentro. Delirio y desahogo para el Lechuzo que forzaba la serie. Era un aluvión sanjuanino, Benzi tuvo el segundo, pero por morfón no marcó. Paz siguió refugiado pensando ya en los penales. Pero en una jugada curiosa llegó la igualdad. Pérez se quedó reclamando una falta, la pelota salió de contra, la tomó Vaccarí, que de afuera del área calló a todos, puso el empate. Pero el Lechuzo dolido y tocado en su orgullo encontró rápido el gol. Gustavo Pacheco, se puso el guante en el pie y metió un tiro libre fantástico para poner el 2-1 e igualar la definición. De ahí en más con Pascual arriba, que se comió dos goles, Alianza acorraló a Juniors, que no salía. Hasta que llegó el final y vinieron los penales. En el comienzo nadie falló los 5 primeros, pura efectividad. Hasta llegaron a tirar dos veces cada uno. La gente se impacientaba, porque el Tato no podía parar ninguno. Hasta que llegó el penal de Juan Ruiz, quien tiró débil al palo izquierdo del arquero De Tobillas, quien adivinó al intención y el mundo se vino abajo en Alianza. Quedaba un tiro, el del propio Tobillas quien la puso al ángulo y firmó la condena penal en Santa Lucía.
