Buenos Aires, 31 de agosto.-Unión sabía que no podía dejar más unidades en el camino si quería prenderse en la pelea por el ascenso. Por eso, el triunfo 1-0 ante Almirante Brown en Isidro Casanova viene con premio doble. El "Tatengue" acumulaba dos ‘pardas’ consecutivas y no había podido ganar fuera de casa.
El primer tiempo comenzó con los dos equipos estudiándose y manejando la pelota en la mitad de la cancha. En los primeros minutos, Almirante aprovechó la velocidad por las bandas y solo generó peligro a través de dos centros desde la izquierda que controló fácilmente Daniel Islas. Por su parte, el "Tatengue" empezó a crecer aprovechando, también, los carriles. Pablo Mattos se hizo dueño de la pelota y empezó a manejar los hilos del conjunto de Santa Fe.
Aunque, hasta los 27 minutos, los arqueros eran espectadores de lujo. La primera aproximación seria fue para Almirante a través de un remate de Rodrigo Aillapán que se fue lejos del arco visitante. Sobre el final de la primera etapa, otra vez el delantero, luego de una conexión con Nadaya, incomodó a la defensa de Unión punteando un centro que se fue cerca del palo.
Cuando los bostezos empezaban a ser la figura principal del encuentro, apareció Rodrigo Salinas y le sacó la modorra al partido con un cabezazo, tras un centro de Zurbriggen, que no pudo contener Mauro Dobler. Luego del primer tanto, Unión creció y, enseguida, pudo estirar la ventaja con una llegada de Diego Jara que contuvo el ‘1’ de Almirante.
Con más ímpetu que buen fútbol, el "Mirasol" empezó a adelantarse en la cancha y a inquietar el arco de Islas. Tuvo la oportunidad de igualarlo en dos oportunidades muy claras. Primero en los pies de Diego Ceballos que abajo del arco disparó muy despacio y se la sacaron en la línea. Luego, en la última del partido, Canelo entró por derecha y metió un remate cruzado que, si alguien la soplaba, era el empate. Pero no, la fortuna quiso que los tres puntos viajen para Santa Fe.
