Buenos Aires, 4 de enero.- Hace un mes el argentino sufrió un accidente que lo dejó con un saldo devastador para sus aspiraciones de retener el título. Los peronés fracturados, la clavícula derecha rota y un ligamento comprometido en el tobillo lo pusieron en jaque. Pero a base de empeño, el argentino se subió a su cuatriciclo para, al menos, terminar la competencia. Hoy se dio cuenta que esto era demasiado para su físico y le puso punto final a su estadía en el rally.

“Estoy jugando con la muerte. Me están avisando. No quiero que me operen de la rodilla. La tengo mal”, le confió el piloto a Juan Manuel Varela, antes de tomar una decisión demasiado difícil para su cabeza, donde sus familiares fueron fundamentales para que Marcos entienda que primero estaba su vida.

“Nunca tuve tan cosas juntas. Hoy casi me mato. Cuando las cosas vienen mal hay que parar”, deslizó el oriundo de Las Flores, que sufrió un fuertísimo golpe en la rótula, uno de los tantos que lo llevó a tomar el paso menos esperado.

De esta manera, Marcos Patronelli no podrá retener su título. Quizás el mejor tributo se lo pueda hacer su hermano, quien está segundo en la general y hoy le suma un motivo más a su lucha por ganar el rally. No sólo quiere el título por él, sino también por su hermano, el campeón, ese mismo que hace un año atrás hacía festejar a la Argentina y hoy, por esas cosas de la vida, tendrá que mirarlo desde afuera.