Estaba claro que no iba a ser un partido sencillo para Argentina pero está bien que lo haya terminado ganando. Porque jugó mejor que su rival Ecuador y porque metió los estiletazos en los momentos precisos. El equipo Albiceleste ganó 3-0. Lo podría haber hecho por más pero su rival también le podría haber convertido.

Lo cierto es que Argentina se instaló en las semifinales de esta Copa América en tierras brasileñas con autoridad y justicia. Ahora se le viene Colombia, el martes, con el mismo sueño: ser campeón. Del otro lado del cuadro, jugarán el lunes Brasil y Perú, reeditando la final de la edición pasada que consagró a los anfitriones.

El primer tiempo se dividió en momentos distintos. En algunos el equipo de Scaloni tuvo la pelota y fue protagonista. En otros la perdió y fue Ecuador el que ocupó mejor los espacios de la cancha. Y en el resto se dividieron la posesión del balón y, por ende, las oportunidades de gol. La Selección argentina se mostró más punzante en los primeros minutos. Tanto que, vía Lautaro Martínez, llegó dos veces a fondo y puso en jaque al arquero ecuatoriano. Primero un bombazo. Después un toque sutil por arriba de la cabeza del arquero. Lástima, no tuvo puntería. Fue muy bueno el plan del técnico Alfaro. La Argentina buscó salir de la telaraña y poco a poco lo fue logrando. Y así fueron llegando sus chances para convertir.

Primero lo tuvo Pezzella y su tiro se fue apenas desviado. Después Messi aprovechó un horror de la defensa ecuatoriana, parecía gol pero su remate dio en uno de los palos. Pero Ecuador no se quedó atrás y tuvo lo suyo. En una, Martínez le tapó un bombazo a Méndez, en una intervención clave del arquero albiceleste. Y después Valencia cabeceó apenas desviado. Hasta que llegó el gol argentino. Fue a los 39 minutos y mucho tuvo que ver Messi. Primero habilitó a González y después lo hizo muy bien con De Paul, quien por fin la mandó al fondo del arco. Antes del final de la etapa, Argentina tuvo dos oportunidades más pero Nico González falló en ambas.

En el complemento el panorama no varió en demasía. Lo que sí se notó es que Argentina se fue replegando de a poco. Por eso Ecuador empezó a animarse como nunca antes. El partido se hizo más de ida y vuelta y los corazones argentinos si bien estaban confiados empezaron a latir más fuerte porque las preocupaciones invadían. Los cambios en ambos equipos sirvieron sólo para reforzar las distintas posiciones pero ninguno cambió el diagrama del partido. Hasta que en la recta final llegaron los otros dos goles argentinos. El segundo, después de un quite de Di María, pase a Messi y este para Lautaro Martínez que clavó su tiro en el arco rival. Y el tercero, ya en el descuento, con un formidable tiro libre de Messi.

El único del A

Argentina se metió en semifinales y se convirtió en el único del Grupo A de la fase inicial de la Copa América en acceder a esta instancia. Es que los otros tres clasificados provienen del otro grupo, el B: Brasil, el anfitrión y máximo candidato, Perú y Colombia, justamente el adversario de la albiceleste el próximo martes desde las 22 horas en Brasilia.

Siempre rendidor el gran capitán


Lionel Messi (foto) sigue como la figura máxima de la Argentina y su mayor esperanza para ponerle fin a una sequía de 28 años de títulos con la Selección Mayor. En esta Copa América su trascendencia es única para la selección de Lionel Scaloni y anoche lo ratificó con otro gran partido por parte del capitán. Anotó el tercer y último del combinado nacional con un remate de zurda exquisito al ángulo derecho del arco y en el segundo tanto fue clave con su asistencia de gol para que Lautaro Martínez le diera tranquilidad a la Argentina con el 2-0. Además, siempre se mostró como una muestra clara de pase y con su habilidad pudo desequilibrar en ciertos momentos. Incluso, estuvo cerca para poder marcar en la etapa inicial cuando quedó mano a mano con el arquero Galíndez pero su remate de zurda y bajo dio de lleno en el palo izquierdo del arco. En el rebote no tuvo la suerte necesaria como para poder anotar.

Ya en el complemento, agigantó su figura con un pase decisivo para Martínez y luego, ya en tiempo de descuento, estiró las diferencias para convertir el resultado en goleada. "Voy a seguir intentándolo. No me resignaré a conseguir mi gran sueño que es ser campeón de algo con la Selección Mayor", subrayó en la previa de la Copa la Pulga.