Atlético Tucumán afrontaba una prueba difícil en su visita a Montevideo para medirse ante Peñarol (el primer campeón de esta competencia en 1960) con la intención de sumar su primera victoria en el Grupo 5. En el estadio Campeón del Siglo, con el arbitraje del colombiano Wilmar Roldán, los locales se impusieron por 2-1, pero el Decano dejó una buena imagen y no mereció tal resultado. Los uruguayos se repusieron tras haber sido humillados por Jorge Wilstermann en Bolivia (un rotundo 6-2), mientras que los dirigidos por Pablo Lavallén suman sólo un punto tras el empate y están últimos en su zona.

El primer tiempo fue aburrido, con mucho roce, tendencia a las faltas y, por esta razón, muy cortado.La más clara fue para el local a los 44'. Iván Villallba quedó mano a mano contra Cristian Lucchetti y ganó el arquero, adivinando el movimiento del uruguayo.

Como en el encuentro de Chapecoense-Lanús que precedió al disputado en Montevideo, el segundo tiempo fue más entretenido que los primeros 45'. El partido ganó en riesgo en las áreas, situaciones y ambición de parte de los dos equipos.

Es que el gol de Cristian Menéndez a los 15' cambió el trámite radicalmente. Barbona combinó con Aliendro que subió por el lateral derecho, metió el centro, el delantero se anticipó en el primer palo y cabeceó con precisión.

 

El empate llegó rápido para los uruguayos y la ventaja en tan sólo dos minutos. Lucas Hernández ejecutó un tiro libre con la pierna zurda y la pelota se desvió en Mauricio Rosales: el arquero perdió la referencia y quedó sin reacción.

 Pero el mazazo llegaría un minuto después. Gastón Rodríguez hizo una jugada de otro partido, encaró por el medio a toda la defensa de los tucumanos y definió. La pelota pegó en Lucchetti y Mauricio Affonso llegó para empujarla.

A partir de allí, Atlético buscó el empate de manera desesperada y lo mereció, pero se encontró con los palos y un enorme Gastón Guruceaga, quien sacó todo lo que le tiraron. La mejor fue a falta de diez minutos para el final. La Pulga Rodríguez le pegó desde lejos, el arquero alcanzó a manotearla y después dio en en el travesaño. En el rebote, Rodrigo Aliendro llegó para cabecear, pero Guruceaga volvió a lucirse.

Sobre el final, Leandro González estrelló un tiro en el palo tras una buena jugada individual dentro del área. Fue derrota en Montevideo, pero los tucumanos demostraron que tienen con qué soñar y ser ambiciosos.