Los catalanes están de fiesta. Barcelona arrancó la temporada con una victoria por 2-1 ante el Sevilla que le permitió coronarse campeón de la Supercopa de España, competencia que enfrenta al mejor de La Liga y la Copa del Rey (en este caso fue el segundo de este torneo, porque el Barsa se consagró en ambos).

La historia no arrancó nada sencilla para los culé. Los Blanquirrojos arrancaron muy afilados y lograron ponerse en ventaja gracias al tanto de Pablo Sarabia, cuando apenas se jugaban nueve minutos de la primera parte.

Parecía que se irían al descanso con ese resultado. Sin embargo, a minutos del cierre de la primera etapa, Gerard Piqué marcó el 1-1. Así, arrancó otro encuentro.

Ya en el complemento se vio una mejor versión del conjunto blaugrana, que comenzó a inclinar la cancha y lentamente hizo méritos para quedarse con la victoria. Y el tanto del desahogo llegó a 12 minutos del final: Lionel Messi sacó rápido una falta con Ousmane Dembélé, quien sacó un tremendo remate desde afuera del área y venció al arquero Tomas Vaclik. El 1 no tuvo nada para hacer.

Pero aún quedaba tiempo para más. A los 45 minutos del complemento, el árbitro sancionó penal para el Sevilla luego de una falta de Marc-Andre ter Stegen. Era el tanto del empate. Sin embargo, el propio Ter Stegen adivinó punta y le atajó el disparo a Wissam Ben Yedder.

Así, Barcelona se quedó con una nueva Supercopa de España. Así, Messi rompió un nuevo récord histórico: se transformó en el jugador con más títulos de la historia del club. En total acumula 33, uno más que Andrés Iniesta.