Boca Juniors y Racing no se sacaron diferencias en La Bombonera: igualaron 0-0 por la Liga Profesional, en un clásico que no ofreció grandes emociones, más allá de que el local fue más ambicioso y generó más y mejores chances de gol.

En el contexto de un inicio equilibrado, de presión cruzada, el Xeneize tuvo más la pelota, a partir de un mediocampo ordenado y prolijo, con Rolón haciéndose eje y dueño de los relevos, y Ramírez como punto de desequilibrio. Al mismo tiempo, la banda izquierda, con el tándem Sandez-Pavón, resultó el sector más transitado, con un par de buenos desbordes resueltos por la defensa visitante.

La Academia replicó con un par de acciones de ataque al espacio, como la irrupción de Miranda (al mismo tiempo que Correa le dejó el hueco) que derivó en un remate pifiado, desde una posición inquietante.

En consecuencia, construyeron un primer tiempo casi sin situaciones de gol. Racing, sobre todo, desde la contención; el dueño de casa, en la construcción hasta tres cuartos de campo, cumplieron. Pero se trató solo de una parte del trabajo. Un plan incompleto.

La acción más riesgosa estuvo a cargo de Carlos Izquierdoz. A los 42 minutos, el defensor recibió un centro preciso de molinas y cabeceó de pique al piso. Se topó con una reacción destacada del arquero Arias, que evitó la conquista.

En la segunda parte, sostuvieron las posturas. Boca, buscando romper por abajo, con movilidad, pero sin la sorpresa o la frescura para decodificar el orden exhibido por la Academia. Y los orientados por Úbeda, sin correrse de la partitura, bien estructurados defensivamente y con las fichas puestas en una contra o en la detección de un error letal del local.

Más allá de la lesión de Advíncula (entró Weigandt), los dos entrenadores apostaron a mantener los planes con otros intérpretes. El Xeneize mandó al campo a Briasco y el Pulpo González por Almendra y Pavón. Racing, a Alcaraz y Rojas por Cvitanich y Chancalay.

A los 16 minutos del complemento, Ramírez inventó una linda jugada y dejó a Vázquez cara a cara con Arias, que ganó el duelo con una salida oportuna. Y el propio atacante contó con otras dos grandes oportunidades a través del juego aéreo. A los 38, cuando un cabezazo cruzado suyo fue repelido en la línea por Nery Domínguez. Y a los 45, cuando volvió a conectar de arriba y Arias dio rebote.

En efecto, en el último cuarto de hora, el asedio de Boca fue algo más intenso, pero no afloró la frescura necesaria para quebrar a un Racing cerrado y con oficio para la tarea defensiva.