Hacía 15 días, Marco Cecchinato llegaba a París con la ilusión de ganar su primer partido en un Grand Slam. Sin embargo, su soberbia actitud parece no tener límites y cada día impresiona más a los expectadores parisinos. Las victorias ante Cupil, Trungelliti, Carreño Busta y Goffin le habían permitido llegar a los cuartos de final, donde debía enfrentar nada más y nada menos que a Novak Djokovic (22°).

Pero parece que ni el ascendente nivel del ex número 1 del mundo logró detener el sueño de Cecchinato, que lo derrotó 6-3, 7-6 (4), 1-6 y 7-6 (11) para acceder a las semifinales, donde chocará con el austríaco Dominic Thiem (venció a Alexander Zverev).

El italiano, de 25 años, posee menos de 20 victorias en el circuito ATP, cosecha sólo un título en Budapest pero este Roland Garros lo tendrá, sin dudas, como la mayor revelación. Además, se convirtió en el primer jugador de su país en llegar a las semis de un Grand Slam luego de 40 años (Corrado Barazzutti lo había hecho en 1978).