Comprado hace dos años en $960.000 (aproximadamente 7.000 dólares a la cotización de entonces, $136), con el antecedente de haber ganado tres carreras, Constanzo, el zaino doradillo que anteayer ganó el clásico Patrono Santiago, la prueba turfística más importante de Mendoza; no empezó bien su relación con sus nuevos propietarios, a quienes al principio no se los querían vender ("nos aumentaban el precio cada vez que nos reuníamos", cuenta Ricardo Oliva propietario del Stud Los Sanjua). Le costó aclimatarse, corrió un par de carreras y no rendía de acuerdo a lo previsto, hasta que un día Martín Luna, hijo del cuidador Juan Luna le hizo una sugerencia a Oliva ("Lléveselo a mi Viejo").

"Eso ocurrió a mediados del año pasado", contó el propietario, quién está afónico de tanto gritar empujando con su aliento al caballo que viajó de cabeza toda la carrera.

Quien a diario organiza los entrenamientos de Constanzo, Juan Luna, comentó como fueron recuperando al "pingo" que no terminaba de adaptarse. "Llegó con unos problemitas en los cascos y en el lomo. Con las herradas fuimos curando algunas ranillas que le molestaban y fuimos llevándolo despacio".

Sobre el final del año pasado, cuando corrió el GP. Jorge Laffue, en San Luis, los integrantes del equipo notaron que el caballo empezaba a correr como le gustaba. Fue segundo en ese clásico, repitió podio, fue tercero, en el Preparatorio y en el GP. Vicente Dupuy. "Ahí notamos que el caballo estaba", afirmó Luna.

El cuidador se dio cuenta que entre su hijo Joaquín (17 años) y el animal, anímica y físicamente recuperado, existía una simbiosis que con el correr del tiempo fue dando sus frutos.

En el vareo diario y los momentos de descanso, jockey y caballo empezaron por recomponer la confianza perdida por el zaino doradillo que pintaba para crack en Buenos Aires, y había caído en un pozo de irregularidad.

El 22 de mayo ganó el clásico Patria, una prueba de 1.800 metros, corrida en el Hipódromo de La Punta, de San Luis, en la que terminó algo ajustado.

A fines de junio se impuso en el Preparatorio para el Patrono Santiago, corriendo de cabeza y más tranquilo. El remate para la trilogía fue el lunes donde obligó a todos correr por el segundo lugar. Ahora vendrá un período de descanso de una semana, para luego empezar a preparar el Sarmiento (11 de septiembre) y el San Gerónimo, de Córdoba, que se correrá el 2 de octubre.

La dupla ganadora

Para el jockey Joaquín Luna "aún tiene mucho por dar"

Confianza plena. El joven jockey surgido de la ‘escuelita’ de Roberto Torres, Joaquín, crece a pasos agigantados.

Tiene 17 años, su vida junto a la de toda su familia está emparentada a los caballos de carrera. El lunes corrió su segundo clásico (el primero fue el Sarmiento del año pasado con Atlas Again) y lo ganó comandando a Constanzo con la paciencia de un veterano. Sobre el caballo contó que sintonizan la misma onda. "Cuando me ve empieza a retozar, y a la hora de varear me pide siempre más. Se nota que ahora está alegre, cuando lo recibimos se lo veía bajoneado", contó.

Para el pibe que todas las mañanas monta a varios caballos y que ayuda en distintas funciones dentro de las caballerizas ubicadas frente al último codo de la pista, Constanzo es un caballo que seguirá mejorando con las carreras. "Tiene un gran potencial, creo que aún tiene mucho para dar", sentenció.