Atlético Tucumán cayó por 2-0 ante Gremio, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, y quedó muy comprometido de cara a la revancha, que se jugará en Porto Alegre el 2 de octubre.

El Decano arrancó bien y arrinconó a su rival durante los primeros veinte minutos de juego. Pero el conjunto brasileño no perdonó y la que tuvo la mandó a guardar por intermedio de Alisson, a los 35 minutos, luego de un pelotazo frontal que peinó Cícero y que quedó servido en el corazón del área.

Las cosas se complicaron más de la cuenta antes del final del primer tiempo, cuando Gervasio Núñez (había ingresado por la lesión de Ricardo Noir) se hizo expulsar luego de pisar a un rival. En un principio, el árbitro Wilmar Roldán lo había amonestado, pero luego fue asistido por el VAR y modificó su tarjeta de amarilla a roja.

En el segundo tiempo fue casi todo para Gremio. El conjunto de Porto Alegre, campeón vigente de la Copa, hizo valer su hombre de más y tuvo varias chances para ampliar el marcador. Una de ellas fue para Everton, que no perdonó. Luego, el mismo mediocampista tuvo el tercero, pero su remate salió desviado.