El seleccionado de Croacia, vigente subcampeón mundial, igualó ayer sin goles ante Marruecos, en el partido inaugural del Grupo F en un actuación opaca sin el vuelo que se esperaba tomando en cuenta la calidad de sus jugadores.

El encuentro se jugó en el Estadio Al Bayt y tuvo como árbitro al argentino Fernando Rapallini, secundado por sus compatriotas Juan Pablo Belatti y Diego Bonfá.

Pese a la falta de goles el desarrollo del partido fue atractivo por las intenciones de jugar en forma asociada de ambos equipos.

No hubo pelotazos ni pelotas divididas, cada uno intentó jugar con sus armas, con balón a ras de piso, triangulaciones y con ambición de herir al rival.

Croacia tiene la base del equipo que perdió la final ante Francia en Rusia 2018, pero con la salvedad de que ya pasaron cuatro años y medio y las figuras de ese subcampeón mundial superan los 30 años, lo que les quitó la dinámica que tenían antes.

Luka Modric, la figura del Real Madrid y el astro de este equipo, es el hombre que puede hacer algo diferente pero su apariciones fueron esporádicas.