El arranque de los cuartos de final de la Liga de Campeones puso sobre la mesa un plato fuerte: Juventus-Real Madrid, nada menos que la reedición de la última final en Cardiff, donde los merengues se coronaron tras una inolvidable goleada 4-1. Y otra vez la fiesta fue para los españoles.

Con una actuación soberbia de Cristiano Ronaldo quien metió dos goles (el segundo con una chilena fenomenal) el equipo de Zinedine Zidane le ganó 3-0 a la Juve y dejó la serie prácticamente liquidada. En el equipo italiano, que fue de mayor a menor tras un buen primer tiempo, fue expulsado Paulo Dybala por doble amonestación.

La revancha será el miércoles 11 en el Bernabéu.

Tres minutos tardó Real Madrid en festejar. De nada sirvió el marco para un equipo acostumbrado a los grandes escenarios. La lluvia de Turín y la multitud que colmó el nuevo estadio de Juventus quedó muda a los pies de Cristiano Ronaldo.

El portugués apareció como un rayo en el corazón del área, anticipó a todos y salió a gritar el 1-0 tras una gran jugada por izquierda entre Marcelo e Isco. El lateral brasileño metió el pase filtrado para el desborde del mediocampista español que sacó el centro exacto. CR7 coronó la jugada y sorprendió a todos.

Juventus acusó el golpe. De local y en el arranque de la serie sufría un cachetazo que lo dejó dudando. Porque tenía que salir a buscar el empate naturalmente; pero al mismo tiempo no podía dejar huecos atrás frente a un equipo que aprovecha al máximo las salidas rápidas de contraataque.

El gol destrabó el trámite y armó un partidazo. Dybala tuvo su chance entrando al área por izquierda pero cuando sacó el zurdazo cruzado lo bloqueó Sergio Ramos con un cierre sensacional.

Y luego también tuvo la suya Gonzalo Higuaín, la más clara para el local en el primer tiempo. A los 21 minutos, el Pipita fue a buscar un centro perfecto de Dybala, alcanzó a definir estirando la pierna derecha y obligó a una atajada enorme de Keylor Navas.

Lo que para Juventus significaba un trabajo de sucesión de pases y combinaciones en ataque, para Real Madrid era un trámite express, mucho más veloz. Así quedó claro en una contra comandada por Isco que terminó en un fuerte remate de Toni Kroos que dio en el travesaño ante la mirada atónita de Gianluigi Buffon.

En el segundo tiempo el trámite quedó acentuado: Juventus a la carga y Real Madrid de contra. Otra vez estuvo a punto de facturar Cristiano Ronaldo de arranque cuando a los 5 minutos entró a pura potencia al área, invitó a Benzema a la descarga rápida y definió cruzado. La pelota pasó besando el poste derecho.

Del otro lado fue Dybala el que estuvo a punto de poner el empate con un tiro libre desde la medialuna que se desvió en la barrera, descolocó a Navas y se fue apenas ancho. La Juve no ligaba y Real Madrid empezaba a usar el reloj como aliado.

Para colmo volvió a aparecer Cristiano. Y lo hizo de la manera más contundente y soberbia posible. En todo su esplendor. Con una chilena descomunal para anotarse como el mejor gol del año y dejar como estatua a Buffon y a todo un estadio.

Tan impresionante como la chilena de CR7 es la jerarquía del Real Madrid para ganar pulseadas como la que ganó en Turín. Tritura a los rivales. Los va desintegrando. Y utiliza a Cristiano, su as de espadas, para el golpe letal.

La jugada del 3-0 fue un reflejo del momento que vive el equipo de Zinedine Zidane, potenciado en los mano a mano calientes de Champions. Una combinación perfecta entre Marcelo y Cristiano Ronaldo dejó al brasileño cara a cara con Buffon. Y el marcador de punta se vistió de gala para definir con un toque suave por encima del mítico arquero.

Real Madrid lo ha hecho de nuevo. Dejó en ridículo a un rival que suele no defraudar en las grandes citas. Pero la Casa Blanca está dispuesta a ir por su Champions número 13 y con actuaciones como las de Turín se anota como gran candidato.

La revancha se jugará en el Santiago Bernabéu el miércoles 11 de abril. Aunque Real Madrid ya se encargó de sacar los pasajes rumbo a las semifinales y sólo deberá sellarlos.