Uno, el mayor, el español Oscar Sevilla, está corriendo por quinta vez la Vuelta a San Juan, la ganó en 2018, e hizo podio en las otras tres, segundo en 2017, y tercero en 2019 y 2020. El menor, Mateo Kalejman, sanjuanino, está realizando su debut, y luego de descollar, hace tres meses en los Juegos Binacionales, está cumpliendo un sueño.

Sevilla, nacido en Ossa de Montiel, el 29 de septiembre de 1976, con 46 años y 118 días es el ciclista de mayor edad de esta edición de la Vuelta. Kalejman, nacido el 14 de diciembre de 2004, con 18 años y 133 días, es el más chiquito.

El pelotón comenzó la actual Vuelta a San Juan con 156 pedalistas, divididos en 26 equipos diferentes.

Ayer, por pedido de DIARIO DE CUYO, ambos se conocieron antes de largar la prueba, y el hombre que fue segundo en la Vuelta de España de 2002 y cuarto en el año que nació el pibe sanjuanino, lo saludó con mucho afecto, y le deseó suerte. Cambiaron pocas palabras, y cuando se le aconsejó a Kalejman que vaya a su lado y le pregunte todo, Sevilla dio muestras de su humildad y grandeza, respondiendo con característico "vale, será un gusto". En la etapa del lunes, Sevilla mostró algo de su calidad protagonizando con otros diez corredores la fuga del día. Ayer, ambos tenían la misión de rodar tranquilos tratando de ingresar en el pelotón, para mantenerse a una distancia que les permitiera a ambos mostrar lo mejor de sí en la primera etapa donde la montaña endurecerá las acciones.

Sevilla sigue siendo competitivo en la recta final de su campaña. Kalejman, en el inicio de la suya, buscará acaparar la mirada de los directores europeos, con el fin de saltar el charco y hacerse un nombre en el profesionalismo europeo.

Gordillo dio todo

Hace poco menos de cuatro meses, Pedro Gordillo (de cabeza en la imagen) ganó el "Homenaje a Lilo Morales" para corredores libres. No pudo festejar porque debía viajar raudamente a Jáchal, porque tenía que trabajar en la verdulería de unos amigos. Tiene 38 años, es de Médano de Oro, el mismo pago que el técnico de la Municipalidad de Rawson, Sergio Aguirre, quien conociéndolo de su etapa anterior entre los federados lo convocó para sumarse a la escuadra Continental. Flaco, fibroso, guapo para ponerle el pecho a las mariposas, ayer no dudó en meterse en la tempranera fuga de cuatro hombres, luego de nueve, después de cinco, que lideró la carrera. Trató de ayudar a su compañeros Nahuel Méndez en las metas intermedias. Tiró todo. No escatimó esfuerzo, por eso cuando los equipos World Tour pusieron al pelotón a 50 kilómetros horarios, su cuerpo encendió las alarmas y se quedó. Llegó en un grupo de siete hombres a 34m49s, y lo hizo con una sonrisa. La del deber cumplido.