Con ritmo, potencia y voracidad de un gran candidato. Con todo eso se presentó Uruguay en esta Copa América en la goleada frente a Ecuador en el estreno del Grupo C. Sin dejar lugar a dudas y con un funcionamiento que evidenció años de una misma idea de la mano del Maestro Tabárez. Con apellidos históricos que apuntalan todo (Muslera, Godin, Lodeiro, Cavani y Suárez) pero con otros nuevos que ya se mimetizaron a la perfección (Giménez, Bentancur, Torreira o Laxalt), La Celeste irrumpió en su torneo preferido -es el más ganador con 15 títulos- y mostró que sus aspiraciones tienen sustento en lo futbolístico

El partido lo empezó a resolver con un golazo de Lodeiro y se terminó de romper con la expulsión de José Quintero luego de un golpe contra el ex Boca. La roja llegó a instancias de la revisión del VAR que realizó el juez Daronco (aquel que ignoró el claro penal y expulsión de Pinola sobre Martín Benítez en el cruce entre River e Independiente en la Libertadores 2018) y desde entonces Ecuador bajó los brazos. Cavani, con una pirueta a la salida de un tiro o de esquina, se sacó la espina después de dos situaciones claras que le había atajado Domínguez.

El 3 a 0 de Luis Suárez (tuvo una pequeña revancha al retornar al mismo escenario en el que había sido expulsado por el morisco a Chiellini en el Mundial de 2014) luego de un desvío de Martín Cáceres transformó el primer partido en un entrenamiento regenerativo mucho antes de lo previsto.

Pero Uruguay no fue solo contundencia. También entendió que desde el corazón de la mitad de la cancha debe nacer buena parte de sus virtudes. En Bentancur - ese chico que se afianzó como titular en Juventus - tiene una sutileza que convive a la perfección con el despliegue del fútbol moderno. Entonces, el 4-4-2 puede mutar en un 4-2-3-1 o en un 4-3-3 de acuerdo a quiénes se desprenden del mediocampo. Todas esas variantes, con los mismos apellidos, se observaron en los 90 minutos.

El 4 a 0 por un insólito gol en contra del ex River Arturo Mina estiró un resultado que no fue más amplio porque los de Tabárez (lleva 13 años como técnico) decidieron administrar energías pensando en el segundo partido del grupo. Los ingresos de Gastón Pereiro (24 años), Torreira (23) y de Valverde (20) le contaron al resto que Uruguay no solo tiene un once titular que funciona de acuerdo a lo que pide su DT sino que mientras va detrás de su 16ª Copa América, está haciendo la renovación de su propia Selección al mismo tiempo.