Afuera un sinnúmero de carteles pegados, con frases de aliento, ornamentan la fachada de la Clínica Olivos, donde desde el martes permanece internado Diego Maradona. Dentro del centro de salud el neurocirujano Leopoldo Luque, su médico personal, mantiene una marca férrea con su famoso paciente quien ha tenido una "evolución muy buena"(según palabras del facultativo) y quiere irse a su domicilio particular".

Por la mañana, el doctor explicó que fue "excelente" el resultados de una tomografía. "Estamos muy contentos y él está con muchas ganas de irse. La idea es controlarlo un día más y que luego siga controlado en su casa". Por la tarde la situación se modificó. Luque informó que el 10 estuvo bailando. "Estuvimos bailando en su habitación", pero enseguida agregó tres datos importantes: Uno, que Diego ha tenido episodios de confusión. Dos, que esto se asocia a un cuadro de abstinencia. Y tres, que será sometido a un tratamiento, por lo cual permanecerá unos días internado.

"Con los médicos de terapia haremos un tratamiento por la abstinencia. Esto va a durar unos cuantos días. Creemos que es lo mejor para Diego", afirmó.

Al mediodía llegó a la Clínica Olivos su hija Dalma Nerea, quien entró por la puerta de la calle Arenales 1.529, donde solamente dejan ingresar a familiares directos, y se retiró cerca de las 14.30 sin hacer declaraciones.