En una demostración de astucia y fortaleza. De capacidad e inteligencia. De concentración y sentido de la oportunidad, el saltense Lucas Dundic llevó a la camiseta roja de Mar y Sierras al escalón más alto del podio.

La carrera para los varones sub23 contó con varios protagonistas que ya han tenido su bautismo triunfal en carreras en sus respectivas provincias o en otras donde les tocó correr. En el grupo de nueve escapados, que controló la cabeza de la carrera desde el paso por San Martín, estaba el pibe nacido en Salto, el sanjuanino Mauricio Domínguez y el mendocino Matías Pérez (Sureña). La carrera se centró en los nueve escapados, quienes rápidamente sacaron una importante diferencia, que se acentuó al ingresar al autódromo San Juan-Villicum. A los tres ya citados se sumaban: Rodrigo Silva (Catamarca), Valentín Rosello (Junín), Gonzalo Lyardet (Neuquén), Federico Orocito (Río Negro), Juan Bonilla (La Rioja) y el sanjuanino Exequiel Alarcón. Solamente el bonaerense Emmanuel Tolosa (Pueblo de la Paz), pudo competirles, coronando una persecución de seis giros en los que recortó la diferencia de 1m35s en la que se encontraba. Al ingresar a los dos últimos, de los 15, giros en el autódromo la carrera se "picó". Faltando casi un giro Dundic metió una puñalada y se fue. Impuso un ritmo de crono y festejó en soledad.
 

Hoy cierran los varones elite

Duelo a "una sola sangre"

Apuesta. Nicolás Tivani, triple campeón sanjuanino, es, por presente, uno de los candidatos
a pelear el oro en la presente jornada. Pero no será sencillo para el pocitano.


Ganar un Argentino de Ruta en pelotón no es cosa sencilla, y sino pregúntele a Juan Esteban Curuchet, el campeón olímpico, que ganó todo en la pista y la crono en ruta, pero nunca pudo hacerlo en esta prueba. Es por ello que Nicolás Tivani, el ciclista que por presente es para muchos el hombre a vencer, tendrá que trabajar duro y contar con la fortuna necesaria para arribar a la definición de esta carrera de un día con posibilidades.

Ayer quedó demostrado que el trazado del Villicum, come piernas, y que las chances de los velocistas y los rodadores pasan a equipararse. Por lo que, entre los 123 inscriptos, cuesta, y es hasta irrespetuoso jugarse por un nombre. Lo único que se puede intuir, es que no habrá llegada masiva, que si hay embalaje será de grupo chico.