Evidentemente las molestias físicas que lo tuvieron contra las cuerdas en las últimas semanas, incluyendo el arrancar desde el banco de suplentes ante Uruguay, lo siguen condicionando a Lionel Messi. Es que si bien el capitán argentino disputó todo el clásico en Pocito ante Brasil, lejos estuvo de tener una de sus mejores versiones. Un remate fuerte al medio del arco rival sobre el epílogo del encuentro resultó su mayor aparición en un partido donde escaseó la belleza y los destellos se calidad. El rosarino, quien a sus 34 años va por su quinto y acaso último Mundial en "Catar 2022", no pudo darse el mismo gusto de julio pasado cuando en el Maracaná se impuso ante el eterno rival y consiguió su primer título con la Mayor en esa inolvidable Copa América.

Desde su arribo a la provincia, la Pulga fue el máximo imán para los sanjuaninos. Demostró su amabilidad desde la llegada al hotel cuando junto al resto de sus compañeros se acercó hasta el público que había esperado varias horas bajo el sol radiante. Su martes de clásico ante Brasil lo comenzó muy activo en su cuenta de Instagram donde cuenta con nada menos que más de 282 millones de seguidores en todo el mundo: le hizo un video muy romántico a su esposa, Antonela, con quien compartió una cena en las orillas de la Torre Eiffel y quien se quedó con los tres herederos varones de ambos en París. Es que pese a algunos rumores sobre que Roccuzzo llegaría a San Juan, finalmente esto no sucedió.

Ovacionado. El capitán argentino fue por lejos el más aplaudido por los 25 mil
fanáticos que coparon el Bicentenario.

Ya en el Bicentenario y cuando saltó a la cancha a las 19.50 para el calentamiento, los 25 mil hinchas que coparon las tribunas explotaron de devoción. "Meeessiii, Meessiii...", fue el grito que atronó desde los cuatro costados. Siempre gentil, el zurdo respondió saludando a cada uno de los sectores del estadio. Una perlita especial fue verlo ejecutar remates de media distancia para cerrar los ejercicios previos al encuentro, aunque teniendo suerte esquiva ya que sólo anotó en una ocasión.

En lo estrictamente futbolístico, le faltó la lógica reacción en los espacios cortos ante la falta de ritmo. Y también se lo notó carente de

su habitual precisión en velocidad. Algo entendible teniendo en cuenta que su último partido oficial fue hace tres semanas en Francia.

Postal. El rosarino formó parte de un video especial en la previa del clásico en
el Bicentenario.

Tampoco es menos cierto que no tuvo una noche donde alguno de sus habituales socios como Di María, Martínez, De Paul o Paredes lo acompañaron.

En el complemento, sobre los 43", pudo sacarse dos rivales de encima y se fue en diagonal de izquierda al centro de la defensa brasileña. Entonces, metió un zurdazo algo mordido pero seco que encontró bien parado al arquero Alisson.

"Lógicamente que no me siento del todo bien, pero si jugué es porque ya no tengo molestias. Obviamente el tema de venir de una lesión hace que no tenga el ritmo que pretendía y eso es algo que no me gusta", reflexionó el rosarino apenas consumado el 0-0. "Hay que entender que los partidos a este nivel son duros, trabados, con mucha fricción y nosotros debemos buscarle la vuelta", agregó.

En el día que se cumplieron 18 años desde su debut con la camiseta del Barcelona, Lio vivió un nuevo partido en San Juan. Fue el quinto desde que está con la Selección: hasta anoche siempre habían sido victorias y por eso la igualdad sin goles ante la verdeamarella cortó esa racha de puras sonrisas.

Alaridos

3 Los goles que anotó Messi en San Juan en cinco partidos. Le hizo dos a Nicaragua (5-1 en el 2019) y uno a Colombia (3-1 en el 2016) por las Eliminatorias.

Autógrafo eterno

En la previa del encuentro ante Brasil, Messi hizo ingresar un hincha al hotel para firmarle un tatuaje gigante en su espalda con la Copa América. Se trata de Franco, quien hace cinco años entró al campo de juegos del Malvinas Argentinas cuando la selección superó 1-0 a Uruguay y le besó el pie a Lio.