Juan Manuel Silva es un ídolo del automovilismo argentino y tiene una esposa y dos hijos a los que adora, pero igual aceptó la oferta de correr el Dakar en un buggy sin navegante y en el cual casi se pierde en la inmensidad del desierto chileno de Arica. Robby Gordon posee una cuenta bancaria en dólares, según cuentan, de más de cien millones, pero igual el ego lo lleva a acelerar su Hummer a fondo y hasta necesitar la ayuda de un Fiat 147 para sacar su "joya" de una zanja. El príncipe Nasser Al Attiyah, que tiene más de una docena de esposas en su Qatar natal y que participó en cuatro Juegos Olímpicos dentro de la disciplina del tiro al plato, busca su coronación por primera vez y demuestra que es humano cuando en la arena de Atacama otro qatarí, con mucho menos dinero, le regala una bandera creada de forma artesanal para él. Tres personajes y sus acciones dentro de un Dakar 2011 que ya no tiene a los sanjuaninos, Lino y Juan Pablo Sisterna, que pese a contar esta edición con un mejor auto que en el año anterior, se quedaron a pie apenas transcurridas tres etapas.

"No me quería mover de al lado del auto porque si lo hacía, temía que me perdiera. No podía ver nada, porque ni la luna estaba". Textuales del "Pato" Silva tras padecer la quinta etapa de este Dakar con las dunas trasandinas como sus principales enemigas. Justamente en ellas se recostó y pasó la noche dentro de una carpa con su sombra como única compañía. Más allá del dinero que cobrará por esta aventura, alguien salvado económicamente como él, ¿qué lo lleva a arriesgar su vida? "Los fierros son mi pasión", trató de explicar en el vivac en el día de descanso ante la consulta. Humano y visceral como es, se quebró cuando habló de su familia.

Lo de Gordon es distinto pues vive en su mundo. Se trata del Ricardo Fort del Dakar. De hecho, este californiano de flamantes 42 años avisó vía Twitter que seguía en carrera cuando tras la sexta fecha la propia organización del rally lo descartaba. Sus saltos en la rampa de salida ya son un clásico para este piloto que ganó varias carreras tanto en la IndyCar como en la NASCAR. Su ego necesita alimentarse de tal forma que hasta muchas veces es capaz de poner en riesgo hasta su vida.