Merecido. Independiente sufrió pero logró derrotar al aguerrido Libertad por un global de 3-2. Fue un partido de enormes emociones, con un primer tiempo letal del Rojo y un complemento cargado de tensiones.

Siete años pasaron para que Independiente pudiera estar en una final de un torneo internacional. La última había sido en 2010, en la Sudamericana, y ahora Independiente, el Rey de Copas, volverá a estar en una. El Rojo le ganó anoche a Libertad de Paraguay por 3-1, tras revertir el 0-1 de la ida, en un partido dramático en el que tuvo que aguantar al rival en el segundo tiempo y es el primer finalista de la Copa Sudamericana 2017. Los goles del equipo argentino fueron de Exequiel Barco y de la figura de la noche, Emanuel Gigliotti. 

La ida de la final se jugará el 6 de diciembre; la vuelta será 7 días después.

El primer tiempo no dio respiros. Independiente salió con intensidad a buscar la diferencia que le permitiera al menos igualar el 0-1. Lo buscó y la primera alegría llegó a los 17 minutos, con Barco de penal. Pateó cruzado, a la derecha, y la pelota entró mansa. Libertad no alcanzó a acomodarse que al minuto el Rojo completó una gran jugada colectiva. El desborde de Maximiliano Meza terminó en un pase al corazón del área y Gigliotti apareció desde atrás del defensor, cayéndose, para empujar la pelota al arco. Fue un minuto de locura.

Sin embargo, le duró poco la alegría. Es que a los 24 minutos, el Rojo se durmió en defensa y los paraguayos llegaron al gol, que en ese momento le daba la clasificación. Tres cabezazos en el área terminaron en un tanto y le tocó a Ángel Cardozo marcarlo.

Los de Holan no se desesperaron y, empujados por su gente, volvieron a arremeter. Gastón Silva avanzó y tras una jugada descomunal que terminó con un pase fuerte y cruzado al área, para la aparición del Puma Gigliotti, con lo justo sobre su defensor, para marcar el 3-1 y nuevamente darle el boleto al local.

La segunda parte tuvo a Independiente un poco más controlado y en los primeros minutos tuvo que aguantar el asedio del equipo paraguayo. Libertad se adueñó de la pelota y con pelotazos se acercó al área local, aunque le faltó profundidad.

Independiente empezó a aguantar y sostener el resultado como sea, con más nervios y tensión que juego. Fue en uno de los momentos de mayor peso ofensivo del conjunto paraguayo que una contra de Independiente pudo cambiar todo.

Es que Barco logró desprenderse de su marca y sacó un disparo rasante, que se fue arañando la base del palo izquierdo de Rodrigo Muñoz. Eso le puso un freno momentáneo a Libertad, porque el Rojo pudo recuperar la pelota y equilibró la cancha. Sin embargo, ya en tiempo de descuento, Libertad tuvo un tiro libre a metros del área que se fue desviado y antes del silbato final, un cabezazo de los paraguayos se fue por arriba del travesaño, en un final dramático que desató la euforia roja.