El Borussia Dortmund sufrió este martes pero obtuvo el boleto para la siguiente instancia de la Champions League luego de igualar 2 a 2 ante el Sevilla en Alemania en un partido que tuvo de todo.

La primera media hora del encuentro fue un concierto del conjunto de Julen Lopetegui que ahogó con su presión alta al rival, se adueñó de la pelota y generó peligro con Suso y Ocampos en ofensiva. Además, los atacantes siempre ganaron los duelos individuales y el cuadro germano se encontró superado en todas las líneas por lo que parecía que la noche tenía color andaluz.

Sin embargo, en el fútbol gana el que hace más goles y el que abrió el marcador fue el local. A los 35 minutos pudieron robar una pelota en ataque, por primera vez Marco Reus se filtró en el área por izquierda y lanzó un centro atrás para que Haaland estampe el 1 a 0.

De esta manera, el primer tiempo finalizó con la ventaja mínima para el Borussia Dortmund que pese a no haber mostrado su mejor versión, pudo irse al descanso con un 4 a 2 en el marcador global ante el Sevilla que hizo todo lo posible, pero no encontró nada.

En el complemento, el cuadro amarillo arrancó mejor y tuvo una situación inmejorable en los pies de Hazard que no fue gol por centímetros. Sin embargo, minutos después el equipo tuvo revancha y Haaland armó una jugada espectacular para festejar el 2 a 0, aunque el VAR lo anuló por una infracción en ataque. En esa misma revisión, el árbitro también repasó una acción previa y detectó un agarrón de Koundé sobre el noruego por lo que cobró penal para el Borussia.

Haaland se hizo cargo de la ejecución pero Bono le tapó el disparo cruzado y luego volvió a lucirse para evitar el 2 a 0 en el rebote. Pero nuevamente intervino la tecnología para informar sobre un adelantamiento del arquero, por lo que la acción se repitió. El delantero eligió el mismo palo y esta vez convirtió para festejar su doblete y estirar la ventaja.

En su celebración, se acercó a Bono y le gritó en la cara, por lo que se ganó la bronca de varios jugadores del Sevilla y además una tarjeta amarilla. Su tanto además, sirvió para mejorar su estadística: 10 goles en 6 partidos en la actual Champions League.

A los 22 minutos, cuando parecía que el Borussia se encaminaba a la goleada, Emre Can empujó a De Jong en el área, luego de un centro del Papu Gómez que había entrado un rato antes, y el árbitro cobró penal. El Nesyri se hizo cargo de la ejecución y con un remate potente y centrado puso el 1-2.

Sobre el final, El Nesyri de cabeza estableció el 2 a 2 y dejó a su equipo al borde de la hazaña. Incluso en la última jugada del encuentro, los de Lopetegui casi encuentran el triunfo en un balón al área que Rakitic no llegó a rematar al no encontrar el espacio ante la atolondrada marca de los germanos.