Raúl, el primero de la derecha en un homenaje, acompañado de Federico Guerra, Julio Catalini, Víctor Echegaray y Rodolfo Catalini.

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En la mañana de ayer dejó de existir Raúl Celestino Venerdini. Quien fuera campeón argentino y sudamericano de peso liviano, tenía 70 años y falleció tras dar una dura lucha contra una cruel enfermedad, que lo atacó hace aproximadamente 15 años. ‘Esperá, le dijo a este cronista un día, cuando no se acordaba quién lo estaba saludando. Introdujo su mano en el bolsillo de su camisaco y de varios papelitos, eligió uno y, como disculpándose, dijo “sabés que pasa, tengo Alzheimer”. 


San Juan tuvo cuatro campeones argentinos de boxeo antes que él se coronara monarca de los livianos venciendo a Héctor Pace el 21 de noviembre de 1970 en el Luna Park. Pero Raúl Celestino Venerdini fue el primero de todos que arribó al cinturón nacional realizando casi toda su campaña en la provincia. 


Roberto Castro (campeón gallo en 1955), Goyo Peralta (pesado 1962), José Chirino (mediano juniors 1967) y Avenamar Peralta (semipesado 1989) desarrollaron la mayor parte de su actividad rentada en Buenos Aires.
Raúl, el muchacho que era empleado de La Favorita, el que fue un wing derecho veloz e incisivo del Sportivo Marquesado, tenía 24 años cuando logró su título. Por entonces su récord era de 24 peleas, con 21 victorias (12 KO),3 derrotas y 1 empate. 


Ese triunfo y el logrado, casi un año después, el 19/11/ 71, en el estadio del Parque de Mayo, ante el estilista mendocino Carlos Aro, a quien le arrebató el título sudamericano, lo catapultaron a la categoría de ídolo.
Se retiró del boxeo activo en diciembre de 1979, con una campaña de 62 peleas (41-14-7, 16 Ko), tras dar batalla a los mejores del país y de complicar durante seis rounds al campeón mundial welter jr del Consejo, Bruno Arcari. 


Fue un luchador de estilo ortodoxo y elegante que daba batalla hasta el final en cada combate. Como se la dio al Alzheimer, que lo sumió en un mundo propio, donde no tenían cabida las grandes ovaciones que supo generar desde el cuadrilátero. El amor de su familia lo mantuvo firme hasta que, en la mañana de ayer, su valiente y cansado corazón dijo basta. Se fue Raúl Venerdini un pedazo grande de la rica historia del deporte sanjuanino.