Todo rojo. Los hinchas de Independiente hicieron que el estadio se pareciera a uno de Europa, por el despliegue de color.

Independiente se propuso celebrar por anticipado, empezando por sus hinchas, que colmaron el Libertadores de América soñando con una nueva final internacional. Y para ello desplegaron una policromía digna de los mejores escenarios europeos. Del lado de la tribuna Ricardo Bochini los hinchas recibieron unos 20.000 banderines y globos rojos y blancos. Y en la tribuna Arsenio Erico fue un mosaico armado con cartulinas rojas y blancas que formaron un simil de bandera gigante con la sigla CAI, al mejor estilo del Barcelona español.

Las 50.000 localidades disponibles se agotaron media hora antes en su totalidad y el triunfo del clásico con Racing en el Cilindro se vio reflejado en las primeras dedicatorias de los hinchas "rojos". Pero una vez metidos en partido los parciales del equipo de Ariel Holan fueron otro mosaico, esta vez de voces de aliento permanente, solamente interrumpido en el primer tiempo por el sorpresivo primer tanto de los paraguayos. Sin embargo los jugadores de Independiente lograron transmitir desde el arranque a su parcialidad esa arenga grupal resumida en tres palabras: Compromiso, actitud e intensidad. Con ellas tres salieron a jugar este trascendental partido. Con las tres iniciales grabadas en su pecho: CAI.

La otra llave

El otro cruce de semifinales de Copa Sudamericana lo protagonizarán Gremio, de Brasil, y Junior, de Colombia. El restante finalista saldrá del juego que esta noche se llevará a cabo en Barranquilla. En la ida, Gremio ganó 2-1.