Fernando Espinoza, árbitro del polémico Boca-Vélez por los cuartos de final de la Copa de la Superliga en el que el Xeneize se impuso por penales, aseguró que recibió "amenazas de todo tipo" y debió resguardar a sus hijos durante el fin de semana tras el penal no cobrado sobre Joaquín Laso por un agarrón de Emanuel Mas en el área.

"Tuve que esconder a mi familia porque se filtró mi teléfono y recibí amenazas de todo tipo de gente de Vélez. Ya están hechas las denuncias. Mi hijo está encerrado dos días y no sabe por qué. El de 3 (Lautaro) no entiende, pero al del 6 (Tiago) le dije que nos íbamos a quedar descansando en casa", afirmó en Rivadavia (AM 630).

Además, el juez agregó: "Fue muy desgastante todo. Prendía el telefono y veía unas cosas... Era increíble, impresionante. No pude ver el agarrón porque el jugador me estaba tapando. Si yo me equivoco y después no trabajo, no sumo en mi sueldo. No voy a equivocarme a propósito. El error del árbitro es parte del juego".