En la última del año de la Fórmula 1 el ganador fue Max Verstappen, pero las miradas estuvieron en un hombre, en Sebastian Vettel. El ganador de cuatro títulos mundiales (todos con Red Bull) y tres subcampeonatos llegó décimo y fue ovacionado por el público en el circuito de Yas Marina en su última carrera profesional. Así, le puso fin a su carrera en el momento preciso, porque hacia adelante ya no podía ir, y desde luego no mejorará los cuatro mundiales que encadenó con medio centenar de poles y victorias.

Fue el cuarto piloto más laureado de siempre tras Hamilton, Schumacher y Fangio.

Algo dejó Vettel cuando en Japón la grada se volvió verde y hasta Ferrari le hizo un homenaje en Abu Dhabi sin ser campeón con los de Maranello. Cuando los rivales meten su diseño en su casco y lo echan de menos antes de que se vaya es porque hizo huella.

Claro que perdió la cabeza cuando le dio un volantazo-ruedazo a Hamilton con los dos casi parados a modo de discusión de semáforo de ciudad. Y en alguna radio se pasó de rosca, siempre con la rivalidad con el inglés de fondo y apremiado por lograr ese quinto título, el que buscaba en Ferrari y que nunca llegó.

El legado que deja el tiempo lo dirá, porque apenas tuvo enemigos y sin representante que lo dejara mal aquí o allá. No se conocía a su mujer o sus hijos hasta que apareció con el anillo de casado en una carrera, aunque tampoco arrastró pasiones en Alemania ni ganando. Schumacher se lo había llevado todo.

Lo que sí tiene es discurso político y a los pilotos les gusta eschucharlo "porque es profundo, todos sabemos el talento que tiene, habla bien, dice lo que hay que decir", reconoció George Russell. Seb siempre ha dominado bien el escenario y la sonrisa le ha abierto muchas puertas, además del sentido del humor y la simpatía. Un tipo cariñoso, también con la prensa, y con los rivales.

"Una cosa que siempre recordaré de Silverstone el año pasado. Regresé del hospital para buscar todas mis cosas y él estaba allí esperándome y me dijo: "Max, ¿estás bien? ¿Cómo estás? Siempre ha sido así de cariñoso", recordó Verstappen. Para muestra otro otro botón: "En la Fórmula 2, recuerdo hacer el trabajo del simulador de Ferrari, que no es fácil porque es muy agotador. Pensé que Seb probablemente ni siquiera sabía que estaba en el simulador, y un día recibí una carta agradeciéndome por todo el trabajo duro y significó mucho para mí", dijo Leclerc.

Vettel se va en el momento justo, cuando reparte errores con soberbias actuaciones, con 35 años, pelo de guitarrista alternativo, familia que lo espera y con la mente fuera de las carreras hasta que anunció su adiós y se quedó tranquilo para cuajar buenas actuaciones. Siempre ha sabido hacerlo, como en Ferrari 2020 asolado ya por el huracán Leclerc y cantando una canción en la radio.


Leclerc, el subcampeón

Max Verstappen (Red Bull) se impuso en el Gran Premio de Abu Dhabi en los Emiratos Árabes, mientras que segundo fue el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), quien se coronó subcampeón mundial de la Fórmula 1.

La nueva victoria de Verstappen, la número 15 del año, fue incuestionable: demostró solidez durante las 58 vueltas de la carrera en la que aventajó a Leclerc, quien le ganó el duelo por el subcampeonato al mexicano Sergio "Checo" Pérez (Red Bull), planteado hasta el mismo final de la competencia.