La halterofilia trajo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 uno de los récords más impactantes de la cita deportiva. Es que el georgiano Lasha Talakhadze se impuso en la categoría de +109 kg. y se colgó la medalla dorada en la capital japonesa con récord mundial y olímpicos, incluidos. Ya había obtenido el primer puesto de un podio olímpico en Río 2016, aunque en otro peso.

Talakhadze, quien se impuso sobre el ganador el iraní Ali Davoudi -medalla plateada- y el sirio Man Asaad -obtuvo la presea de bronce-, lleva cinco años instalado en la cima de la categoría más pesada de la halterofilia. Si en Río de Janeiro se llevó la dorada en +105 kg, en estos Juegos Olímpicos tuvo una actuación sobresaliente en la nueva categoría estrenada.

El doble campeón del mundo en 2018 y 2019 dejó a los otros seis participantes de la final. El que más se acercó fue el iraní Ali Davoudi, quien en arrancada llegó hasta los 200 kg. Sin embargo, el georgiano empezó en arrancada desde los 208 hasta llegar hasta los 223, todos en sus primeros intentos. Récord olímpico y récord mundial que él mismo tenía en 222.