Inglaterra y Estados Unidos empataron esta tarde 0-0, en un encuentro con pocas acciones de riesgo, que se disputó en el estadio Al Bayt, de la localidad de Al Khor, y que dejó al grupo B con una definición abierta, ya que todos sus integrantes tienen posibilidades numéricas de pasar a octavos.

Con esta igualdad, Inglaterra se sitúa en el primer puesto con 4 puntos, seguido por Irán con 3, Estados Unidos con 2 y Gales con 1.

El grupo se definirá el martes 29 con los encuentros entre Irán-Estados Unidos y el clásico británico Gales-Inglaterra.

El cotejo de hoy mostró mucha movilidad de ambos equipos y una presión alta, pero muy pocos tiros al arco y una gran cantidad de centros que terminaron en la cabeza de los defensores rivales.

Al comienzo se pudo ver una rápida presión inglesa para aprovechar las dudas estadounidenses, aunque ambos equipos buscaban llegar al campo rival de manera veloz, con lanzamientos largos para que Kane y Wright, las torres de ambos combinados, las bajaran para sus compañeros.

Ante la falta de eficacia del primer duelo con Gales (1-1), el técnico yanqui Berhalter movió las fichas y envió a la cancha a Wright, goleador del Antalyaspor, de Turquía.

Pero los ingleses fueron volcando el campo a su favor y a los 9m. tuvieron una oportunidad, con una buena triangulación entre Bellingham y Saka, que derivó en un tiro de Kane que encontró la pierna de un defensor rival para evitar la conquista

Estados Unidos apostó a un cerrojo defensivo firme en cercanías de su arquero Turner hasta que a los 30m. dispuso de una chance clara, con un disparo en el travesaño de Christian Pulisic, el mediocentro del Chelsea.

Ni el técnico Gareth Southgate ni sus conducidos pudieron evitar que los estadounidenses tomaran el control de juego en la parte final del primer tiempo, aunque sin generar demasiada zozobra para Pickford.

Como contrapartida, en el tiempo adicionado de la etapa inaugural, Mason Mount dispuso de un buen disparo, pero Turner la mandó al córner.

El segundo tiempo mostró cómo Estados Unidos había emparejado el juego, tomando el control, aunque sin provocar riesgos, porque Inglaterra, a través de la cabeza de Harry Maguire desbarató todos los centros del elenco norteamericano.

Con el paso de los minutos, Southgate cambió a sus extremos para colocar 'gente fresca' y -de esa manera- frenar el avance de los laterales estadounidenses.

Los dos equipos empezaron a sentirse cómodos con el resultado, a partir de la falta de pericia de los ingleses más la carencia de audacia y baja resolución en los metros finales de los estadounidenses.

En el historial, Inglaterra y Estados Unidos se enfrentaron 12 veces; con 8 triunfos de los europeos, 2 de los norteamericanos y 2 empates.

Esta fue la tercera vez que se cruzaron en un Mundial, ya lo hicieron en Brasil 1950, en el que se llevó el partido Estados Unidos por 1 a 0 (y protagonizó uno de los batacazos históricos en las Copas del Mundo), y el más reciente en Sudáfrica 2010, donde igualaron 1 a 1.