Celta de Vigo armó una barrera especial para evitar que Lionel Messi le convierta el gol 700 de su carrera en Balaídos. En teoría dio sus frutos porque el argentino no convirtió, pero descuidaron a Luis Suárez y la Pulga se avivó. El charrúa, como de costumbre, no falló en el área chica y gritó el 1-0 para poner a Barcelona de nuevo en lo más alto de La Liga.

El enfrentamiento entre Barcelona y Celta de Vigo terminó 2 a 2.