Nacida en los albores de los años '70 cuando estaba en pleno apogeo la denominada época dorada del ciclismo sanjuanino, la Doble Chepes fue ganando un lugar en el corazón del aficionado que con el correr de los años y tras superar las 40 ediciones la convirtió en una de las pruebas clásicas del calendario semestral.

Dura como pocas, con esa larga y muchas veces tediosa primera etapa que une Caucete con Chepes, ciudad capital del departamento Rosario Vera Peñaloza, exige de los ciclistas un esfuerzo a veces sobrehumano para terminar los casi 190 kilómetros que deben disputarse, en la mayoría de los casos bajo un sol abrasador. Esa etapa es el tirón más largo de "una sola sangre" que tiene el calendario rutero.

En las dos últimas temporadas, por esas cosas del clima, el segundo tramo, los 30 kilómetros sobre un circuito chepeño no incidió en la clasificación general. En 2017 porque una tormenta provocó una crecida en el río Marayes, la carrera se neutralizó y se arribó a Chepes pasadas las 15. Por ello los ciclistas sólo aceptaron disputar la mitad de los giros y poner en juego solamente las pasadas especiales para evitar que el cansancio extremo de la mañana influyera en el desempeño de alguno.

El año pasado también los chepeños se quedaron sin fiesta porque los ciclistas ante la indecisa postura de las autoridades de suspender la carrera por la intensa lluvia que provocó peligrosas inundaciones en el trazado, decidieron parar la marcha faltando tres giros obligando a dejar sin efecto cualquier tipo de clasificación.

Para la edición 48 se ha previsto que las dos primeras etapas sean similares a sus antecesoras. Caucete-Chepes, con todo lo que implica y el circuito vespertino en la ciudad riojana. En la última habrá una variante porque la carrera no pasará por el corazón caucetero (Diagonal Sarmiento) y bordeará la Villa Independencia para culminar sobre calle Justo P. Castro.

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