El tenista mallorquín Rafael Nadal venció ayer a Juan Martín Del Potro por 1-6, 6-4, 6-1 y 7-6 (0) y le dio a España su quinta "Ensaladera de Plata", al cerrar la serie final 3-1 en un festivo estadio La Cartuja. Para Argentina es el cuarto traspié en igual cantidad de finales, ya que había caído frente a Estados Unidos en 1981, ante Rusia en 2006, y a manos de España en 2008, en la recordada derrota de Mar del Plata.

Del Potro tenía sobre sus espaldas mantener a Argentina en carrera porque los españoles llegaban a la tercera jornada 2-1 arriba con las victorias de Nadal y David Ferrer sobre Juan Mónaco y Delpo, y con la derrota en dobles. Pese al lógico sabor amargo de la derrota, la manera en que Del Potro batalló durante poco más de cuatro horas deja en el equipo argentino la tranquilidad de que hizo todo para torcer el destino que parecía imponerse luego de la primera jornada.

Es que el tandilense jugó, por momentos, a un nivel superlativo, con un altísimo porcentaje de tiros ganadores y eclipsando todo el poderío de Nadal. Pero claro, ni tener una de las mejores tardes de su carrera tenística le aseguraba a Del Potro poder doblegar a quien es sin dudas el mejor jugador de la historia sobre polvo de ladrillo.

Tras un primer game plagado de dudas, en el que cedió su saque con dos dobles faltas consecutivas, Del Potro se encontró con su mejor versión en mucho tiempo, recuperó inmediatamente el quiebre y luego se quedó con el servicio de Nadal en el cuarto y el sexto juego para cerrar el parcial por 6-1.

A base de potencia y desequilibrio constante, tanto desde su drive como desde su revés, Delpo sacó lo peor de Nadal, que se fastidiaba y no podía encontrarle la vuelta al juego del argentino. Pero en el ambiente se respiraba que en cualquier momento Nadal sería ese que todos conocen, el que cuenta en su palmares con seis Roland Garros y el record de partidos ganados en forma consecutiva.

Y así fue, en el segundo set recuperó rápidamente su servicio luego de un quiebre en el primer juego, y tras quedarse con el saque de Del Potro en el décimo, cerró el parcial por 6-4.

Era otro partido y en cancha estaba la mejor versión de Nadal. El español no tuvo piedad con los primeros vestigios de cansancio de Del Potro, quebró su saque en el segundo y en el sexto game y ganó el set por un contundente 6-1. De la misma manera comenzó el cuarto, pero cuando el marcador estaba 0-2 para el tandilense, los hinchas argentinos comenzaron a alentar revoleando camisetas y eso pareció ser una inyección anímica muy efectiva.

Como nunca antes en el partido, luego de cada cambio de lado Del Potro corría hacia el fondo de la cancha y se alentaba a sí mismo. Sin embargo, y pese a parecerse mucho al del primer set, a Del Potro no le alcanzó. Tuvo su gran chance de forzar un quinto parcial al sacar 5-3, pero Nadal se recuperó, y tras quebrarse el saque mutuamente en el undécimo y en el décimo segundo game, el español mostró una vez más toda su jerarquía en el tie break y se impuso por un contundente 7-0.

Fue triunfo y consagración para Nadal, y un nuevo traspié para Del Potro y para el equipo argentino, que acrecienta su histórica cuenta pendiente en la Copa Davis.

El mallorquín tuvo el gesto de saludar a un Del Potro en llanto y a cada uno de los integrantes del equipo argentino antes de saltar a festejar con los suyos. El próximo primer paso en busca de la tan ansiada ensaladera será en Alemania, desde el 10 al 12 de febrero.