El fin de semana de Juan Gabriel Abarca le dejó muchos dolores de cabeza y casi lo termina de la peor manera, aunque después de varias idas y vueltas logró revertir la situación y al domingo lo terminó como campeón de una de las categorías, la A7.

Gabriel Abarca era uno de los que tenía casi asegurado la corona de campeón y sólo necesitaba terminar la carrera para ser campeón. Sin pensar mucho en la forma en que quería coronarse, Abarca realizó una competencia como si fuese una de las tantas, compitiendo con los demás corredores, apretando el acelerador, corriendo con unas y dientes, algo que le jugaría en contra. Es que los dos primeros días el piloto albardonero fue uno de los que mejor anduvo, haciendo buenos tiempos sin perder tiempo en cada prime. Tal fue así que los tres que hubo el sábado y el primero de ayer fue como se dice vulgarmente ‘mordiendo clavos’, muy jugado en cada curva y eso le había dado resultado. Pero en el transcurso del último prime, el auto volcó quedando en el medio del camino, lo que lo hizo perder muchísimo tiempo. Después de estar un buen rato dado vuelta el auto, pudieron dejarlo con los neumáticos en tierra y volver a carrera. Pensaban que estaba perdido el fin de semana y con ello el campeonato, pero llegó con lo justo de tiempo, antes de quedar descalificado, lo que le alcanzó para salir campeón en su categoría.