Las dos caras. Los jugadores de Murialdo se abrazan luego de uno de los goles que llegaron en el complemento. Rosselot, lo sufre. Los mendocinos perdían 5-1 y terminaron ganando.


 

Fue un torneo raro. Que tuvo momentos lindos pero también feos. Que se armó entre marchas y contramarchas. Y la gente entendió todo. Por eso, en la mayoría de los días ni se molestó en ir al “Cantoni”. Pero sí lo hizo el último día. Cuando se jugaron las finales. Dio gusto ver otra vez las tribunas llenas.


Que los equipos se podían reforzar. Después que no. Y al final que sí.

Reglamento casero en una palabra. Que el piso de parquet del estadio del Parque de Mayo está en malas condiciones. Diríamos que para jugar al hockey, en pésimas. Que los arbitrajes -algunos- dejaron bastante que desear. A punto tal que lo de la dupla de la final de varones actuó de manera impresentable. No porque favoreciera a Valenciano o Murialdo. Sí, porque se equivocaron en varias decisiones y quedó bien claro que no estaban para dirigir un choque caliente. Y encima uno de ellos se mandó la payasada de fingir que Maxi Ortiz le había dado un cabezazo. Lo del jugador estuvo mal por el amague pero lo del árbitro da vergüenza.


Pero el punto que llama más la atención se va para el lado deportivo. Es difícil entender cómo se le escapó el título de las manos a Valenciano. Josi García, emblema y figura de La Barraca, fue claro ayer con mente fría: “Nos quedamos. Cuidamos la bocha al pedo cuando estábamos 5-1 cuando tendríamos que haber seguido atacando. Que no estuviese el Pony (Emiliano Romero) también incidió. Y lo de los árbitros fue malo. Ojo, para los dos equipos. Nos desconcentramos, entramos en descontrol y mucho nervio. Y ellos lo aprovecharon...”

Pura calidad. Luciana Agudo trata de eludir a Pía Sarmiento. Detrás, Lorena Rodríguez y Eli Vera. Lo de Concepción fue fantástico. Lo de Unión, esperanzador.

Y en el femenino, quedó claro que Concepción está un escalón por arriba del resto. Pero también fue confirmación el gran trabajo de Unión, que hasta se dio el gusto de pelearle cara a cara la final a las “Cepecianas”.


Las campeonas, que son la base de la Selección Nacional, se entienden a la perfección e irán a la Copa Intercontinental con grandes chances de defender el título ganado acá. Y Unión, por su parte, seguirá sumando experiencia.