El tenista serbio Novak Djokovic se clasificó ayer para la final del Abierto de Australia, torneo que conquistó en 2008, tras superar por 7-6 (7-3), 7-5 y 6-4 en semifinales al suizo Roger Federer, quien no podrá defender el título que consiguió el año pasado.

Djokovic, tercero en el ránking mundial de la ATP, jugó como un campeón ante Federer (2) y buscará el segundo título de Grand Slam de su carrera ante el ganador de la semifinal que animarán hoy a las 5.30 (hora de la Argentina) el escocés Andy Murray (5) y el español David Ferrer (7).

El tenista nacido en Belgrado, artífice del título de Copa Davis conquistado por Serbia el año pasado, le ganó por séptima vez en su carrera a Federer (el suizo lo venció en 13 ocasiones) y le impidió una eventual coronación que hubiera significado el cuarto trofeo en Australia y su 16to. Grand Slam.

El primer set fue muy parejo, ambos tenistas mantuvieron su servicio y se definió en el tie break, donde el serbio comenzó a sacar diferencias, merced a una mejor devolución y también a varias derechas profundas, sobre el revés del helvético.

El segundo set fue clave, porque Federer comenzó en gran nivel y se puso 5-2 en ventaja, pero sobrevino lo mejor de Djokovic, con una gran reacción que le permitió remontar el parcial y ganarlo, para ponerse 2-0 arriba.

El serbio fue inteligente para mantener a Federer en el fondo, con golpes profundos de derecha (casi siempre sobre el revés) que le permitieron mandar en el partido y posicionar a la defensiva al ex número uno del mundo.

En el tercer set, Djokovic sirvió muy bien y eso le permitió dominar los puntos con su juego de saque, ante un Federer que jamás claudicó, siempre estuvo prendido en el partido, pero lejos de su mejor versión ante un rival inspirado que hoy le encontró la vuelta.

Djokovic intentará seguir su camino ante Murray o Ferrer, un rival que surgirá de una eliminatoria que se presume pareja, con un historial ajustado de 3-2 favorable al español, quien le ganó siempre sobre polvo de ladrillo, en Barcelona 2006, más Roma y Madrid 2010.

El británico se impuso las dos veces sobre superficies rápidas, en Toronto 2006 y en el Masters jugado en Londres el año pasado.

De todas maneras y pese a ser el piso de Melbourne Park más favorable al escocés, influirá también el momento de Ferrer, que es muy bueno luego de haber conquistado el ATP de Auckland más el plus anímico que significa haber vencido a Rafael Nadal en los cuartos de final de Australia.