Inicio del fin. El delantero de Brasil, Gabriel Jesús toca el balón con su derecha para abrir el marcador. Franco Armani se estira pero nada pudo hacer. La
Argentina vendió cara su derrota y no pudo quebrar la racha adversa jugando en aquel país. Ahora, a disputar el tercer puesto el sábado.

En el día que el país se conmovió con el eclipse total de Sol que tuvo su epicentro en San Juan, Argentina no tuvo anoche en Belo Horizonte la diosa fortuna de su lado. Le faltó que los planetas se alinearan para que esa pelota que dio en el travesaño en el primer tiempo y la segunda en el palo en el complemento terminaran adentro del arco de Alisson. El 2-0 de la verdeamarella por la primera semifinal de la Copa América, esta vez, no refleja lo que ocurrió en el Mineirao. El resultado final se explica por la contundencia local y la mala suerte visitante, que ahora deberá disputar el partido por el tercer puesto el próximo sábado. Mientras que Brasil se medirá por el título el domingo en el Maracaná ante el vencedor de hoy entre Chile y Perú.

Si había dudas si esta albiceleste tenía carácter, anoche eso quedó despejado. Desde un principio demostró lo que pidió Lionel Scaloni en la conferencia de prensa previa: "Nos vamos a hacer sentir", vaticinó el DT.

Y se cumplió: lejos estuvo la Brasil de Tité de llevarse por delante a Messi y compañía. Se notó una gran incomodidad de los brasileños en todo momento, algo que ni siquiera se matizó con la apertura del marcador a los 18". Una gran jugada de Dani Alves derivó en un centro letal para que Gabriel Jesús abriera el marcador y cambiara para siempre la tónica del juego. Argentina fue siempre para adelante, vendiendo carísima la derrota. Es cierto, con más corazón que juego, pero complicando al fondo anfitrión. A los 29" se dio la primera situación clave cuando un tiro libre de Messi encontró la cabeza de Agüero, pero en el camino al gol, el balón se estrelló en el travesaño. El dominio del balón fue argentino, aunque careció de pimienta en los metros finales sobre todo con Martínez muy apagado.

El dominio de Argentina se agigantó en el complemento. Y a los 12" fue la muestra que "no era la noche" para que Argentina sumara su segunda victoria en partidos oficiales contra Brasil de visitante. Un zurdazo de Messi dio en el palo derecho de Alisson y en el rebote, el capitán metió un zurdazo que se tuteó con la línea de gol pero nadie pudo empujar. En una contra, a los 26", se padeció la estocada decisiva con el toque al gol de Firmino.

En lo que restó, Argentina arremetió y con el corazón herido fue hasta donde pudo. Una imagen de entrega absoluta que hacía mucho no se veía en la Mayor. Sin dudas, algo para destacar porque no siempre lo único que importa es el resultado.

SELECCIÓN BRASIL

Alisson 6: Él y los palos evitaron el empate.

Dani Alves 8: Manejó a Brasil. Jugó e hizo jugar.

Marquinhos 5: Firme por arriba y con problemas a ras de piso.

Thiago Silva 6: Mostró todo su oficio para marcar y ordenar a la defensa.

Alex Sandro 4: Se entregó mansamente a la marca. No influyó.

Casemiro 7: Despliegue y sacrificio. Equilibró el medio juego.

Arthur 5: Empecinado en pelear perdió brillo para jugar.

Coutinho 7: Aún discontinuo, Complicó siempre.

Gabriel Jesús 6: Apareció dos veces, un gol y una asistencia. Cumplió.

Firmino 6: Definió bien y obligó siempre la atención rival. Ganó y perdió en igual proporción.

Everton 4: Paso desapercibido. Foyth lo borró de la cancha. No tuvo capacidad de reacción.

Suplentes:

Williams 4: En la media hora que jugó no entró en partido.

Miranda -: Jugó poco, sin calificación.

Allan -: No tiene calificación.

SELECCIÓN ARGENTINA

Armani 5: No tuvo nada que hacer en los goles. Lo exigieron poco.

Foyth 6: Cerró su lateral y salió con personalidad y jerarquía.

Pezzella 4: No estuvo tan seguro como es habitual.

Otamendi 6: Bien en el anticipo y en el juego aéreo.

Tagliafico 5: Acertó en las salidas. Pero le costó mucho cerrar su lateral. 

De Paul 6: Su rendimiento fue decreciendo. Empezó con todo y se cansó.

Paredes 7: Aportó equilibrio, panorama y distribución. Fue quien ordenó la mitad de la cancha.

Acuña 4: Alternó aciertos y errores. Debió desdoblarse en tapar a Alves y encarar.

Messi 6: Un tiro en el palo y un poco más. No fue su Copa. En ningún partido pasó del aprobado.

Agüero 5: Peleó, buscó y obligó, aún en desventaja numérica y física.

Martínez 5: Su esfuerzo y entrega no alcanzaron.

Suplentes:

Di María 4: Su idilio con la Selección pasa por un momento aciago. No aportó nada.

Lo Celso -: Jugó menos de media hora.

Dybala -: Jugó poco, sin calificación.

Malestar con el árbitro

El equipo argentino no ocultó su malestar con el árbitro Robby Zambrano. El ecuatoriano quedó en el ojo de la polémica, entre otros reclamos, por dos jugadas, como la caída de Ottamendi en el área, en la que no pidió el chequeo del VAR. Además, el arbitraje se caracterizó por la cantidad de amarillas a Argentina, incluso para Scaloni. Zambrano, antes del partido de ayer, había dirigido dos veces a Argentina (1 PG y 1 PE). Uno de ellos fue en San Juan, ante Colombia y con victoria por 3-0 en 2016.

Claves

  • Entrega

Argentina tuvo una actitud muy importante y en eso prevaleció sobre el local. Sin tanto juego pero con mucho corazón, la Albiceleste fue la que manejó el ritmo del encuentro. Contó con varias chances como para anotar un gol aunque no ligó.

  • Contundencia

Brasil tuvo apenas tres chances netas como para anotar y en dos de ellas terminó en gol. Con la particularidad que los tantos llegaron mediante sendos contragolpes, en lo que fue uno de los puntos flacos albicelestes como resultó el retroceso en defensa.

  • Futuro

Luego de la caída en la semifinal, el saldo para Argentina es bueno a nivel individual en casos como el juvenil Juan Foyth, la buena labor y el temperamento de Leandro Paredes, más los chispazos de Lionel Messi, que por momentos se cargó el equipo.

Racha adversa

14 Los años que se suman sin poder ganarle a Brasil un partido de manera oficial. La última vez en el 2005 por Eliminatorias en cancha de River: 3 a 1 con goles de Crespo (2) y Riquelme.