Brasil, 17 de diciembre.- Un combinado Sub 17 de Boca estaba participando del Future Champions en Belo Horizonte. El “Xeneize”, campeón de dicha competencia en 2009, había debutado con un triunfo ante Tijuana y luego había igualado con Juventus. A raíz de eso, los de La Ribera tenían que imponerse ante Atlético Mineiro para acceder a las semifinales. Sin embargo, el trámite del partido no fue sencillo y los dirigidos por Ricardo Angelis sólo lograron igualar en un tanto.

Como consecuencia del empate y de ver frustrado el deseo de consagrarse nuevamente en la competición, se desató la bronca de los juveniles de Boca, que interpretaron que habían sido perjudicados y que “todos” estaban en contra de ellos. A tal punto llegó el fastidio que apenas el árbitro finalizó el encuentro, Facundo Monteseirín salió corriendo a increparlo y se le puso cara a cara gritándole e incluso hasta lo empujó.

Luego la situación se desbordó y hubo manotazos, corridas y hasta un pelotazo en la cara a un integrante de la delegación rival. Todo este escándalo culminó con la expulsión de dos jugadores (Leoneo Márquez y Francisco Di Franco) y la exclusión del “Xeneize” del certamen, quienes si bien no habían podido acceder a la siguiente instancia, tenían que seguir participando para determinar la ubicación en la que culminarían.

De esta manera y por primera vez en la historia de dicha competencia, un equipo fue apartado por actos de indisciplina. Los jóvenes no dieron el mejor ejemplo.