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La idea primaria que se planteó la gente de la escuadra de la Municipalidad de Pocito fue ‘hacer la mejor Vuelta posible’. Pero pensar en ganarla, con tanto poderío profesional europeo en el pelotón los llevó a plantearse un plan alternativo: pelear por las otras mallas líderes.

Cumplidas cuatro etapas, dos corredores del equipo municipal pocitano marchan a la cabeza de las metas sprinter (Gerardo Tivani) y de montaña (Pedro González). Ayer resignaron mucho tiempo con Josué Moyano, el mejor clasificado hasta la etapa anterior (estaba 25 a 19 segundos) y ayer sufrió un inconveniente mecánico en el peor momento, cuando el pelotón pasó de marchar de 40 a 60 kilómetros horarios. Moyano, su escalador, cayó a la posición 126, quedando a 4m26 de Navardauskas, por lo que la gente del equipo sureño apuntará sus cañones en mantener las mallas de color naranja, González, y amarilla, Tivani.

Compartieron la conformidad del deber cumplido, aún cuando no pudieron traer a su hombre fuerte para el ascenso al pelotón. ‘Se hizo lo posible. Fue muy difícil, porque cuando los europeos deciden rodar a 60, todos mantienen el paso’, contó González que hoy tendrá mucho trabajo con las cuatro metas de montaña que deberá afrontar para defender su liderazgo.

Tivani, por su parte, explicó que la gran diferencia con los colegas visitantes es el ‘ritmo’ que imponen. ‘Tienen unos kilómetros más de velocidad que nosotros’.

Ayer, ambos fueron saludados por el intendente Aballay, quien los felicitó y alentó para que vayan con toda la confianza en la búsqueda del Colorado.

MOMENTOS DE LA CARRERA

Tivani, en la cima
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Gerardo Tivani se impone a Nicolás Naranjo y Daniel Lucero en la primera meta sprinter, realizada en Campo Afuera. El ‘flaco’ pocitano escoltó a Emiliano Ibarra en la segunda y saltó a la cima de la clasificación de metas sprinter, arrebatándole la malla amarilla a Franco López, de Virgen de Fátima.

Cuidando al líder
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La escena muestra cómo la gente del Bahrain Merida asume el peso de la persecución. Durante los tres primeros tercios de carrera no los ayudó nadie. Después, cuando eran afectados los intereses de varios equipos, trabajaron todos e hicieron estéril el esfuerzo de los fugados.