Una vez más el velódromo "Vicente Chancay" vistió sus mejores galas. Otra vez el motivo fue la presentación de la carrera que por un poco más de una semana mantiene en vilo a toda la provincia: La Vuelta de San Juan.

Tal como hemos venido anticipando en las ediciones anteriores de DIARIO DE CUYO, está será una carrera muy distinta a sus antecesoras. Por varias causas. La primera es que tendrá sólo ocho etapas y que de ellas, sólo dos arribarán al óvalo de cemento ubicado junto al Parque de Mayo.

Otra de las diferencias es que se "encerrará" la carrera con circuitos en los Departamentos, cuyos intendentes han realizado un aporte económico para que el espectáculo pase por la puerta de la casa de sus vecinos. Este dato no es menor, porque en esta Vuelta de San Juan el Oeste (Rivadavia, Ullum y Zonda) no existe. Costará acostumbrarse a que la carrera no transitará por puntos característicos como son el paredón del Dique de Ullum y la Esquina Colorada, por citar algunos. Y, como habrá sólo dos llegadas en la Capital, no se verá la marea humana que conforman gruesos cordones en ambas banquinas. La diagramación incluye dos etapas en Pocito (la de hoy y la crono), una en San Martín, otra en 9 de Julio, Angaco, la última en la Av. de Circunvalación y las dos ya clásicas que son la ida y regreso a la Difunta Correa y el ascenso al Colorado.

Los "filtros" de la calle Sarmiento en Albardón y Benavídez en Chimbas, no estarán. Será diferente. El tiempo dirá si mejor o peor que las que la precedieron.