La partida. Los chicos integrantes del equipo de categoría infantil (hasta 13 años) de Richet Zapata a punto de subir al colectivo que los llevó a Entre Ríos. Increíblemente ayer se intoxicaron y no podrán volver a jugar. 

Pasaron por una situación impensada. Dramática. Inédita. Como una mala pasada del destino. Los diez chicos de Richet Zapata, sus papás acompañantes y el cuerpo técnico atravesaron todos un momento límite. Tanto, que estuvieron al borde de sufrir una tragedia. Es que antenoche toda la delegación se intoxicó con monóxido de carbono que emanaba de un calefactor por mal funcionamiento en el albergue donde estaban. Y, de no haber sido porque uno de los papás se levantó descompuesto, ninguno ni siquiera se habría enterado de nada.


El equipo Violeta está participando en Entre Ríos del Argentino Infantil, junto a otros ocho equipos sanjuaninos. El torneo largó el lunes y Richet le ganó a Rivadavia de Mendoza por 8-4. Luego del debut la delegación se fue al albergue, pero a técnico y dirigentes no les gustó. Pidieron un cambio y desde la organización los mandaron a otro, la Asociación de Ciclistas de Entre Ríos. Pintaba todo bien y se quedaron. Aunque notaron que un calefactor no funcionaba. Uno de los papás se ofreció a arreglarlo y así todos pensaron que la situación estaba solucionada. Lejos de ello, por la noche se desencadenó el problemón. El calefactor siguió funcionando mal y todos inhalaron el peligroso monóxido de carbono.

La previa. Ya había jugado el primer partido y comían unos sánguches. Después, por la noche, se dio lo que pudo ser una tragedia.


Que no haya terminado en tragedia, mucho tuvo que ver que los mayores se dieron cuenta. Cuando todos estaban afuera, llegaron de inmediato las ambulancias y los bomberos. Los chicos fueron hospitalizados en un nosocomio de pediatría y a los mayores los llevaron a otro. Ayer, sobre el mediodía, dado que muchos mostraban signos de recuperación, les dieron de alta.


Pero en el hospital donde estaban los chicos, uno de ellos volvió a vomitar y más tarde otro igual. Esto fue suficiente para que los médicos decidieran una nueva internación de los diez pequeños, al igual que tres de los papás. Será hasta hoy, por observación. Los chicos, en algunos casos, estaban recibiendo suero e inclusive oxígeno para acelerar la recuperación. No pueden tener actividad física al menos por 72 horas, hasta que no estén bien oxigenados en sangre. Anímicamente estaban destruidos porque no podrán seguir jugando dado que Richet decidió retirarse del torneo. Pero lo bueno e importante es que todos están fuera de peligro, según el informe médico.

Martín Ginestar: “Estamos vivos de milagro”

Al “Tincho” Martín Ginestar se lo notaba nervioso. Conmocionado. El técnico de los chicos de Richet -que a su vez es jugador de primera división de la institución violeta- pasó un momento tremendo y por eso él mismo decía ayer por teléfono: “Perdón si digo cosas incoherentes. Todavía me dura el mareo. Es que vivimos una situación inexplicable. Es como cuando hay un choque, según me contaron. Estás medio perdido y tratando de acordarte de esos instantes”.


Ginestar narró: “Era de noche y sentí que un padre se levantó para ir al baño. Como yo no estaba del todo bien lo miré y él se cayó. Me levanté y le pregunté qué pasaba. En ese momento se me perdió el mundo y también me caí. Entendimos que algo pasaba y que podía ser el gas. No se sentía olor ni algo parecido. Sólo que ninguno de los que estábamos ahí estaba perfectamente bien. Entonces, abrigamos a los chicos y los hicimos salir. Después también los grandes. Dios mío. Pudo ser una tragedia. Cinco minutos más y éramos boleta todos”.


Miguel Romero, que está a cargo de la delegación, se ocupó de apagar el calefactor que no funcionaba bien (foto) y toda la delegación fue trasladada al hospital. Todo esto ocurrió antes de las 8 de la mañana y, pasado el mediodía, ya les habían dado el alta. Aunque la situación volvió a complicarse y los internaron de nuevo en observación.