Tigre se metió en las semifinales de la Copa de la Superliga. El Matador cayó por 2-1 en su visita a Racing, pero gracias a la victoria en la ida por 2-0 está entre los cuatro mejores de la competencia.

El arranque del primer tiempo fue el que se podía imaginar: Racing yendo a descontar rápidamente en la serie y Tigre saliendo de contra con espacios. Pol Fernández casi la clava en el ángulo de tiro libre y Walter Montillo casi sorprende a Gabriel Arias.

A los 19 minutos, después de un tiro de esquina, Lucas Orban abrió el marcador con un cabezazo y a partir de ese momento cambió el desarrollo porque hasta el entretiempo fue todo de la Academia.
 

Gonzalo Marinelli se lo sacó a Augusto Solari, el palo evitó el gol de Pol Fernández (debió haber sido expulsado), el segundo estaba al caer...Y llegó. Arrancó con polémica (era lateral para Tigre y l hizo Racing), lo perdió Solari y en el rebote apareció Licha para igualar la serie en Avellaneda. Iban 37.

El complemento comenzó sin Lisandro López ni Montillo, ambos lesionados. Se sumaban a Matías Zaracho y Néstor Moiraghi, quienes también tuvieron que dejar la cancha de manera anticipada. Lo tuvo Darío Cvitanich, salvó Marinelli. El ritmo, lógicamente, cayó. El Matador logró salir del fondo y al promediar el segundo tiempo el desarrollo se había emparejado.

Los conducidos por Eduardo Coudet sintieron el desgaste de la etapa inicial y ya no encontraron claridad para doblegar a un Tigre que no sufría. Los que sí sufrían eran los jugadores: Nery Domínguez y Gerardo Alcoba también tuvieron que salir. ¡Seis lesionados! Y otros al límite, como el caso de Leonardo Sigali.

Parecía que el partido se iba a los penales, pero Matías Pérez Acuña (¿le hizo falta a Nicolás Muscio?) la paró de pecho por la derecha y sacó un remate que se clavó en el ángulo. Golazo para liquidar la eliminatoria..