La necesidad de la victoria para seguir prendido en el lote de los de arriba llevó a Racing a proponer un juego ofensivo con muchas variantes ante Arsenal. Con Nicolás Oroz por la banda y Jonathan Gómez en la conducción, la Academia arrinconó al elenco del Viaducto contra las cuerdas.

La idea era clara: tener el dominio del balón, apostar por los cambios de frente y buscar a Enzo Copetti en el área. En tanto, los de Leonardo Carol Madelón recurrieron a refugiarse en la zona defendida por Alejandro Medina para resistir las agresiones del dueño de casa.

El conjunto de Fernando Gago ejercía una presión notable sobre los hombres de Sarandí. Recuperación rápida y movimientos veloces para intentar quebrar el numeroso bloque defensivo planteado por el ex estratega de Unión y Platense, entre otros.

El ejemplo más claro llegó cuando Gonzalo Piovi anticipó en territorio enemigo y se asoció con Jonathan Gómez. El ex Argentinos extendió la escena hacia Gabriel Hauche, quien después de sacarse de encima a sus marcas estrelló la pelota contra el travesaño. A la media hora, el equipo albiceleste ya había hecho los méritos suficientes para ponerse en ventaja.

El gol de Racing llegó después de una extraordinaria combinación colectiva que involucró a Aníbal Moreno, Lolo Miranda, Facundo Mura, Copetti y Hauche. Pero el que aprovechó la confusión en medio de un pedido de penal sobre el Demonio fue Gonzalo Piovi, quien con cara interna desde el borde del área grande festejó el 1 a 0.

Sin embargo, en una jugada aislada en la que Arsenal capitalizó la desatención defensiva de su adversario, Facundo Kruspzky marcó el injustificado 1 a 1 por debajo de la integridad de Gastón Gómez. El buscapié de Mauro Pittón, y la tardía reacción del Chila y Emiliano Insúa facilitaron la tarea del delantero que silenció por unos instantes al Presidente Perón.

Conforme con la producción, pero no con el resultado, en el inicio del complemento Gago envió a la cancha a Carlos Alcaraz en lugar de Miranda.