Todo fue ideal en el domingo de Racing. Y se coronó con un final soñado, en el que la gran joya del equipo completó con una gran definición el 5-0 ante un Patronato que solo fue rival hasta que llegó el primer gol. El equipo de Coudet completó una actuación muy sólida y sigue su ascenso en la tabla de posiciones, en la que aspira como mínimo a meterse entre los clasificados a la Libertadores.

El comienzo del partido en Avellaneda mostró a un Racing decidido a hacer la diferencia ante un Patronato que esperaba su oportunidad de lastimar. La primera chance fue para el local a los 5 minutos a través de Lisandro López, pero fue bien conjurada por el arquero Bértoli.

Siguió yendo Racing en busca de la diferencia, aun cuando eso implicara a veces dejar algunos espacios atrás. Y a los 25 su esfuerzo tuvo premio, cuando Centurión puso un centro preciso al medio del área para que Sigali marcara de cabeza el primer gol del partido.

Cuando todavía Patronato no se había acomodado del sacudón, tres minutos después, también de cabeza, Donatti amplió la diferencia y dejó la impresión de partido liquidado, aunque todavía faltaba más de una hora de juego.

Con el resultado a favor de Racing, los libretos no se modificaron. El visitante, más allá de algunos intentos tibios, siguió a merced de un equipo de Coudet que cada vez funciona mejor, con un tridente de ataque que se entiende como si hubieran jugado juntos toda la vida: Centurión, Licha López y la gran joya, Lautaro Martínez.

Sobre el cierre de la etapa, Racing sumó un nuevo impacto en el resultado, con un contraataque rápido en el que Centurión escaló por derecha y después puso el centro medido para que Licha López la empujara a la red y el Cilindro estallara en el tercer gol. Así se fueron a los vestuarios, no sin que antes Balboa desperdiciara mano a mano con Musso la gran chance de descontar y poner algo de incógnita en el resultado.

El equipo de Coudet moderó su entusiasmo en el segundo tiempo. El resultado no corría riesgo ante un Patronato que no inquietaba, aunque siempre daba la impresión de que podía llegar algún gol más para el local. Y a los 28 apareció el cuarto, con otra conquista del central Donatti, que apareció como centrodelantero para mandar a la red un centro atrás y convertir un doblete impensado.