Otra vez otro sanjuanino que comienza a alimentar su sueño de triunfar en el fútbol. Otra vez una nueva historia que se forja en una pensión, lejos de la familia y de los amigos, todo con el único fin de llegar a cumplir "el sueño del pibe". Se trata de Agustín Ramos, delantero surgido en Atlético Alianza que recientemente se sumó a la Sexta División de River Plate.

Una nueva promesa futbolística que emigró con las valijas llenas de ilusiones. El chico comenzó en la escuelita de fútbol de Siux pero después fue el club de Santa Lucía quien lo cobijó. Ahora, a sus 17 años y ya habiendo debutado en Primera División y luego de haber incluso jugado en el Torneo Federal Regional Amateur, sueña con poder sacarle provecho a la chance que se le presenta otra vez. Es que el chico oriundo de Capital, ya estuvo hace cuatro años en las inferiores de Lanús, pero no soportó la presión y la adaptación le jugó en contra. Tuvo que retornar a San Juan pero lejos de estancarse, continuó trabajando. Cuando volvió desde Capital Federal se sumó a la Cuarta División del Lechuzo y con apenas 15 años, gracias a sus goles y sus actuaciones, debutó en la Primera Local. A fines del año pasado, después de haberse consagrado con la Cuarta en el Torneo de Verano de la Liga Sanjuanina, llegó el llamado para una nueva prueba: se ganó el derecho a realizar una pretemporada junto al plantel millonario que tuvo como sedes el predio de River y también Santa Fe. En esos días de pruebas y de intensa exigencia física, llegó la aprobación y el fichaje. "No lo podía creer. Estoy muy contento y no quiero desaprovechar esta chance de cumplir mi sueño", comentó el pibe que hace unos días se sumó a las inferiores del Millo. Agustín contó cómo es su rutina en la pensión de River. "Me levanto a las 6,30 de la mañana y vamos al predio de Ezeiza, entrenamos de 8 a 11 horas y volvemos para almorzar, y después vamos al Colegio, de 13 a 18 horas", comentó el juvenil.

Estar lejos de los afectos es algo que no muchos pibes soportan. Pero Agustín ahora fue mucho más maduro y cuenta con la contención necesaria. El chico es oriundo de Capital y dice que su familia es el apoyo fundamental para seguir creciendo. "Mis padres, mi hermana y mi hermano son mis pilares, quienes me apoyan para que yo siga creciendo en este deporte que amo y mucho más ahora que puedo estar en el club más grande del país", comentó el rubio delantero vía telefónica mientras descansaba después de otra intensa jornada desde la pensión del Millo.

El pibe que se cansó de gritar goles con la camiseta del Lechuzo, no olvida sus raíces y el club que lo formó: "Alianza es una gran institución que me brindó la chance de formarme como futbolista y como persona. Espero poder seguir creciendo ahora desde otro lugar, pero no quiero olvidarme de agradecerle a los técnicos que me marcaron como Daniel Garipe y Alejandro Schiapparelli", comentó Agustín quien sueña con adaptarse rápido a sus nuevos compañeros y a fuerza de goles, seguir alimentando su ilusión de llegar a la máxima categoría del fútbol argentino.

> UNO MÁS Y VAN...


Hace unas semanas en la edición de DIARIO DE CUYO se publicó otra historia de un jugador sanjuanino que llegó a River Plate. Alan Echegaray, un chico de 15 años que casualmente también es delantero y se sumó a las Inferiores, con la diferencia que el chimbero vivirá en la casa de un familiar hasta que se gane el derecho de ingresar a la pensión. Es que es tanta la cantidad de chicos de las provincias seleccionados para integrar las canteras del "Millo" que cada 3 meses se van seleccionando de acuerdo al rendimiento y la conducta.

La cantera de Alianza, siempre protagonista en los Torneos de LIFI y en el certamen local, sigue dando muestras de su trabajo. Agustín Ramos es el tercer jugador que logra emigrar desde Alianza rumbo a los "grandes" del país. Antes también lo hicieron Mariano Ramos y Diego Guallama, también a las inferiores de River y Nicolás Mallea, que sumó experiencia en San Lorenzo de Almagro.